Desde que se rompió el pacto de gobierno entre PSOE y BNG, y se finiquitó el bipartito, que se prolongó durante el pasado mandato y al inicio del presente, nada fue igual en el Concello de Ourense. Las diferencias surgidas entre los dos socios de gobierno se fueron acrecentando hasta llegar a una situación de distanciamiento que puede llevar a que los presupuestos municipales para 2013 sufran un nuevo retraso, a los cinco que ya lleva acumulados.

De ahí la relevancia de la reunión que celebraron el alcalde, Agustín Fernández, y el portavoz nacionalista, Xosé Somoza, y que para el portavoz del PP, Rosendo Fernández, fue una de esas "semiclandestinas" que puso en marcha el regidor, y en la que se abordaría el tema de los presupuestos, junto a otras cuestiones que se convirtieron en el germen de esas diferencias que llevan al grupo socialista, que gobierna en minoría, a buscar un apoyo para poder sacar adelante asuntos tan relevantes como los presupuestos.

Ante esta situación, Rosendo Fernández, que lamenta la "falta de información" relacionada con las cuentas municipales por parte del concejal de Hacienda, José Ángel Vázquez Barquero, debido a que en las últimas reuniones de la junta de área "nada nuevo aporto", con lo que se viene a confirmar esa denuncia permanente que hacen los populares sobre "la paralización administrativa y política" en la que se encuentra el Concello de Ourense.

Lo que también reclamará el portavoz del grupo popular es que el alcalde explique esos encuentros, ya que aunque fueron "clandestinos", no se trata de una "reunión en una cafetería", al tener lugar en la Alcaldía, con lo que justificaría la petición de información.

Acuerdos transparentes

El proceso que se sigue, tanto en este asunto de los presupuestos como en otros, son para Rosendo Fernández la referencia de la forma de actuar del alcalde, más en clave de "trilero" que en la de regidor municipal, sobre todo por tratarse de asuntos claves para el futuro del Concello, debido a que "estamos hablando del documento más importante, como son los presupuestos de la ciudad", con una incidencia en el modelo que se quiere desarrollar y que afecta directamente a los ciudadanos.

De ahí que el mensaje sea el de que los acuerdos se hagan con la mayor transparencia, "esa de la que habla el alcalde y luego no cumple", reprocha Rosendo Fernández, que señala determinados encuentros con el regidor que apuntalan estas críticas, como sucedió sobre las cuentas del grupo socialistas y el préstamo verbal y humanitario a un funcionario, al que "tenía a la espera para que hablase conmigo".

Y si por parte del alcalde y el portavoz del BNG se inició la senda del encuentro para intentar alcanzar un acuerdo, para lo que será necesario salvar dos obstáculos fundamentales: por un lado que se cumplan las exigencias planteadas por los nacionalista que evitaron la reprobación de Agustín Fernández, con las responsabilidades políticas en el grupo socialista, que siguen a la espera, y por otro el cumplimientos de la propuestas presentadas y aprobadas en pleno que están sin ejecutar por parte del gobierno.

Con este panorama, y la situación de división que existe dentro del grupo socialista, los populares reclaman del BNG que no se preste a esos "apaños" , y que no se conviertan en "cómplices del desgobierno que hay en la ciudad", sobre todo después de constatar el grado de "incumplimiento" demostrado.