La iniciativa de la Congregación de las Siervas de María nace fruto de una inquietud personal del sacerdote zaragozano Miguel Martínez. El día 15 de agosto de 1851 la ilusión de Don Miguel se convertía en realidad, las 7 hermanas fundadoras recibían en Madrid el santo hábito y emitían los votos religiosos de castidad, pobreza y obediencia. Las religiosas cambiaban sus nombres, y entre ellas cabe mencionar a Manuela Torres Acosta, que en adelante pasará a llamarse Mª Soledad, y posteriormente será considerada como la fundadora de las Siervas de María.

Este grupo de religiosas nace con un fin claro y específico, el de ejercer la caridad con los enfermos de forma esmerada y gratuita, y preferentemente asistiendo en los domicilios. Ven en el necesitado que asisten a Dios, y a través de los cuidados que le tributan al enfermo, honran a la figura del Padre.

El proyecto que con tanta ilusión se había llevado a cabo, pronto empezó a verse envuelto en una serie de problemas y dificultades; desde restricciones por parte del Gobierno para el desarrollo del Instituto, pasando por oposiciones, defecciones? Es así como Don Miguel, cansado y desbordado por toda la problemática que se estaba generando, decide poner tierra por medio, y en 1856 parte hacia las misiones acompañado por alguna de las religiosas. Atrás quedaba ese proyecto que con tanto tesón se había logrado, y con su marcha los cimientos comenzaban a tambalearse. Es entonces cuando salta al primer plano la figura de Sor María Soledad que será designada Superiora General de la Institución. Su transcendente labor al frente de las Siervas de María llevó a que el 5 de febrero de 1950 fuese declarada Beata por SS. Pío XII, y posteriormente canonizada por SS. Pablo VI en 1970.

Desde su fundación, tendría que pasar casi medio siglo para que las Siervas de María se instalasen en nuestra ciudad. A Ourense llegarán durante el gobierno de la segunda Superiora General, la Rvdma. Madre Josefa Díaz, considerado el momento de máxima expansión de la Congregación, ya que en los 17 años que ostentó su cargo, llegó a fundar 83 casas, y de ellas 32 fuera de España.

El día 15 de mayo de 1897 llegaban a Ourense las dos primeras Siervas de María; la Madre Rafaela Fresno -que sería la primera Superiora en nuestra ciudad-, y Sor Olegaria Cervantes. En un primer instante se cobijaron en el Palacio Episcopal, a la espera de poder encontrar casa. No fue tarea fácil, pero ya a finales del verano, por fin encontraban morada en el nº 6 de la Calle Cisneros. Instaladas aquí, las Hermanas mandan aviso a la Superiora General de que ya les puede enviar personal para esta nueva comunidad. Es así como el 30 de septiembre de 1897 llegan a tierras ourensanas otras tres religiosas: Sor Laura, Sor Eduviges y Sor Francisca. Sin más demoras, el mismo día de su llegada, el obispo firmaba el documento por el cual se concedía la licencia para que esta nueva representación de la vida consagrada ourensana se pudiese establecer aquí.

Desde un primer momento, fue una comunidad de hermanas muy querida por el pueblo ourensano, que no tardó en integrarse en la ciudad, a través de su cercanía, cariño y sus atenciones hacia los enfermos más necesitados. En los primeros años de residentes, se verán obligadas a mudar de domicilio en varias ocasiones; de la calle Luis Espada nº 25, pasarán a residir en el nº 32 de la calle Santo Domingo, donde van a compartir casa con las Hermanas de la Caridad. En septiembre de 1910, compran una casa con huerta en las inmediaciones del Jardín del Posío, y allí vivirán durante un largo periodo de años. En el Boletín Oficial de la Diócesis de Ourense del año 1919 queda recogida la siguiente anotación: "Por fin, con gran satisfacción han podido las Siervas de María edificar la fachada del templo que hace algunos años se inauguró en la ciudad. El Excmo. Sr. Obispo bendijo solemnemente esta nueva obra el día 4 de junio. (?) Terminado el acto bendijo la nueva casa-residencia edificada junto al templo. De este modo han quedado tan beneméritas religiosas incorporadas al vecindario de la ciudad de Orense con garantías de estabilidad para bien de la ciudad".

Siete décadas

Durante unas siete décadas, las Hermanas atenderán las necesidades de la ciudad desde su residencia del Posío. Sin embargo, el paso de los años fue mellando la construcción, hasta que el edificio fue declarado en ruinas, en parte debido al abuso de material explosivo para hacer el destierro de una edificación colindante. El riesgo era demasiado, con lo cual la congregación se ve obligada a vender la propiedad. Mientras no se encuentra emplazamiento para la construcción de una nueva casa, las religiosas se van a vivir tres años a unos pisos que les ofrece el señor obispo, y que hacía poco tiempo que habían sido donados a la Diócesis.

Las dificultades para encontrar una parcela donde levantar la nueva casa fueron enormes, pero al final se pudieron hacer con un solar en el nuevo ensanche de la ciudad, en la zona de las Lagunas. Aprobados el proyecto y los planos, las obras comenzaron a mediados de noviembre de 1979, y de dilataron aproximadamente tres años. El resultado fue un amplio y sobrio edificio de 7 plantas con tres fachadas. En la fachada destacan las cuatro vidrieras artísticas de la capilla, obsequio de los doctores del Sanatorio del Carmen, donde prestaban servicio las Hermanas.

La nueva casa fue inaugurada con gran júbilo y alegría el día 12 de septiembre de 1982, en presencia de la Madre Provincial -Concepción Pedrido Neira- y una serie de superioras y hermanas de las casas más cercanas. La inauguración corrió a cargo de Monseñor Temiño Sáiz, que estuvo acompañado del Excmo. Sr. obispo auxiliar de Santiago. Con el señor obispo concelebraron también unos doce sacerdotes más. Las autoridades civiles tampoco quisieron perder tal evento, acudiendo el señor Gobernador, el delegado de Trabajo, una representación de la Diputación Provincial, del Excmo. Ayuntamiento, de Educación y Ciencia?

Las Siervas de María han disfrutado de esta nueva casa más de tres décadas, hasta que infelizmente este año 2013 marcó un punto de inflexión, suponiendo un corte en ese camino centenario que estas religiosas han recorrido en la atención a los enfermos ourensanos. La casa de Ourense continúa de este modo los pasos de las de Santiago de Compostela y Pontevedra, quedando ahora en Galicia como única sede representativa de esta comunidad la casa de A Coruña, a donde partirán la mayor parte de las 8 Hermanas que en la actualidad residían en nuestra ciudad.

A lo largo de estos 116 años que nos han acompañado, han pasado por la ciudad 230 Hermanas. En la actualidad en la congregación hay 40 religiosas procedentes de la provincia de Ourense -3 en la casa que ahora cierra, y el resto dispersas por múltiples puntos geográficos de España, de América e incluso en Camerún y Filipinas-. Cabe mencionar el elevado número de vocaciones a la vida consagrada que se han dado en la zona de A Limia. Solveira de Limia, Pena, Piñeira Seca, Parada de Outeiro, Castelaus, Laroá, Lobaces? son algunos de los núcleos que han esparcido la presencia de Siervas de María a lo largo de toda la geografía española e incluso extranjera.

Expresamos las gracias a las Siervas de María en nombre de todos aquellos ourensanos que se sienten en deuda con ellas por los cuidados que han prestado a sus enfermos en vida, y a todos los que han estado acompañando en el momento de su partida hacia la eternidad.

(*) Historiador