"Asuntos internos" que comprometen la gobernabilidad de Ourense. El presidente de la Xunta y líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, ha aprovechado la intensa marejada en el gobierno socialista tras la revelación de las cuentas que tensan todavía más la relación interna para reclamar un ejecutivo estable. El PP tiene en la ciudad los mismos ediles, once, que un PSOE roto después de las sucesivas crisis precipitadas por la operación Pokémon con el arresto del exalcalde Francisco Rodríguez. Núñez Feijóo dejó claro ayer, tras la reunión semanal del Consello de la Xunta, que "me gustaría que Ourense encontrase un gobierno estable y priorizase la gestión".

El presidente lanzó el guante al BNG, con tres representantes en la corporación municipal que tomaron posesión después de la ruptura del bipartito al haberse aferrado el anterior alcalde a su puesto tras su implicación en la Pokémon. Los nacionalistas integran, junto al PP y Democracia Ourensana, una amplia oposición con más asientos que un gobierno local en minoría y profundamente dividido en dos mitades. Tras el congreso que revalidó el poder provincial de José Manuel Baltar sin candidaturas alternativas, los populares han cosido, al menos de puertas hacia fuera, la distanciada convivencia entre sus dos facciones: los próximos al nuevo barón ourensano y los partidarios de una ruptura definitiva con el baltarismo.

Después de que el PP de Ourense planteara la posibilidad de someter al alcalde Agustín Fernández a una moción de confianza para la que necesitaría más que sus propios votos, Alberto Núñez Feijóo envió ayer un nuevo recado a los nacionalistas. El líder del PPdeG los responsabiliza también de la situación irrespirable en el Concello de Ourense manteniendo su consideración de "socios" del grupo municipal socialista.

"Es un asunto que afecta al PSOE y al BNG, que es su socio. No sé lo que dirían si esto sucediese en otra institución que gobernase mi partido. En estos asuntos internos deben hablar el PSOE y el BNG", manifestó, a preguntas de FARO, el presidente en su comparecencia con los medios de comunicación tras el Consello de la Xunta.

Los nacionalistas se han mostrado menos contundentes con el grupo socialista desde la revelación de la contabilidad en la que se anotaron comidas, copas y tickets de viajes en Mallorca, Toledo o Madrid a cuenta de los fondos públicos asignados al grupo municipal por el Concello de Ourense, 18.000 euros por trimestre.

Ayer, el BNG exponía claramente su postura respecto a las manifestaciones de Núñez Feijóo. El portavoz del grupo municipal, Xosé Somoza, acusó al líder de los populares gallegos de "ver siempre el enemigo fuera cuando mejor le sería preocuparse por lo que tiene dentro". El concejal recordó al presidente, como espejo en el que mirarse, el escándalo de las fotografías en momentos de ocio con el narcotraficante hoy encarcelado Marcial Dorado.

Por otra parte, el BNG de Ourense garantiza, en boca de su portavoz, que no propiciará "nunca" la posibilidad de un gobierno local del PP. Somoza se remite a la reunión mantenida con el alcalde de Ourense tras destapar FARO la dudosa contabilidad del grupo municipal socialista. "Nosotros ya nos manifestamos sobre las condiciones para la gobernabilidad de la ciudad: son ellos los que tienen que mover ficha y dejar claro de que no se puede dar semejante situación de desgobierno interno", valoraba ayer el representante nacionalista.

"Huida hacia adelante"

El portavoz descalifica desde el punto de vista "ético" que el PSOE local anotara en sus cuentas de 2012 gastos de comidas por 15.000 euros, el 20% de su asignación total, almuerzos, cenas y copas en varios puntos de España como Toledo, Madrid, Mallorca o A Coruña, gastos que la agrupación local justifica como dietas de eventos de partido desligándolos de viajes y asuntos privados.

El BNG entiende que si gastos en alcohol, fiestas para el exalcalde y comidas fueron injustificables, el PSOE municipal todavía se retrató más cuando el alcalde los calificó como legales y dentro de la normalidad. El discurso del regidor revelados las cuentas constituyó, para los nacionalistas, "el mayor ejemplo de las políticas erráticas, representa toda una huida hacia adelante".

Pese a todo, los exsocios del bipartito revalidado en 2011 y roto tras la operación contra la corrupción Pokémon tienen claro la solución que no contemplan para Ourense. "Al igual que en el resto de Galicia, el BNG no va a permitir que con nuestros votos haya un gobierno del Partido Popular".