Ayer martes, y en un horario en el que hace apenas unos meses la piscina termal se mostraba casi desierta, varios bañistas, la mayoría jubilados, los de renta más endeble, comenzaban a llegar a As Burgas.

El Concello de Ourense no está haciendo un recuento exhaustivo de los usuarios que le llegan desde que hay entrada libre, pero es habitual que se superen los 50 al día "y muchos más incluso los fines de semana", reconoce el concejal, desde que no hay que pagar entrada en esta piscina termal como ocurre con la mayoría de las pozas ribereñas al Miño.

El horario de apertura es de 12 a 13 horas y de 15 a 21 horas de martes a domingo. Las propiedades de estas aguas que alcanzan los 64 grados, y que son silicatadas, bicarbonatadas y fluoradas, les confieren claras competencias para mejorar problemas dermatológicos.

A partir de ahora la salud mezclada con el ocio permitirán dinamizar este entorno de As Burgas en el que además los bañistas podrán visitar de forma gratuita el centro de interpretación termal de la ciudad, pasear por su zona verde, o sentarse en la taberna que, al igual que la tienda de souvenirs construirá el concello y explotará la empresa adjudicataria.