-De alguna forma usted está marcando pauta. Lo que hace usted es justamente lo que necesitan las empresas ourensanas y gallegas, dar el salto hacia el exterior. Están aquí amorriñadas, dejándose llevar por la depresión.

-Indudablemente hay un riesgo, cuando decidimos parar algo en un sitio y llevarlo a otro lugar. El mercado estadounidense es muy competitivo. Pero cada uno se va haciendo su propio camino en el mundo y cada empresa, cada artista, cada persona tiene una forma de llevar las cosas. En ese sentido, yo me siento orgullosa y contenta de haber creado mi propio camino, en una carrera que no existía hace 25 años. No se podía vivir de la música con un instrumento como la gaita gallega.

-Usted triunfa porque lleva arte dentro. Esas empresas también tendrían que saber trasladar la esencia de los productos que hay aquí.

-Tenemos cosas maravillosas en Galicia que podemos ofrecer al mundo. Yo voy haciendo camino al andar. La única forma de exportar para mi es viajar y recorrer el mundo. Por eso paso todo el año viajando.

-Usted tiene la ventaja de que domina múltiples instrumentos.

-No sé los instrumentos que domino. Tengo la carera de piano, hice el doctorado en piano clásico, toco la gaita, toco otros instrumentos como el violín, el acordeón e instrumentos de percusión gallega. ¿Bien, bien?, el piano y la gaita.

-De esa forma es más fácil.

-Cuanto más podamos ofrecer, mejor. En este negocio y en todos, cuanto más seas capaz de abarcar, tienes mayores posibilidades de mercado. En Estados Unidos estoy haciendo giras de música clásica y también llevo la gaita, que enfoco dentro del mundo de la música clásica.