Los trabajadores del parador de Monterrei recogieron en la jornada de ayer casi medio millar de firmas de personas que se oponen al cierre de las instalaciones, programado por la dirección de Paradores de España. Completaron el segundo día de huelga con el respaldo de los 15 integrantes de la plantilla, aunque respetando los turnos mínimos establecidos, de una persona en cada franja horaria, más el operario de mantenimiento, por lo que permanecieron cerrados el restaurante, la cafetería y otros servicios. El edificio permaneció prácticamente vacío, salvo la excepción de algún cliente que fue a pernoctar en la habitación que había reservado.

"Nos han obligado a ir a la huelga", con la participación de toda la plantilla, indica el delegado de personal, Ángel López, porque "no nos han dado otra alternativa que el cierre". Los trabajadores tienen pocas esperanzas de que se pueda resolver la situación del parador de Monterrei en la reunión del próximo martes, día 11, a la que le seguirán otros encuentros el día 26 de diciembre y el día 3 de enero, con el que "concluirá el proceso".

El cierre del parador de Verín ha cogido por sorpresa al personal, debido a que las instalaciones se están beneficiando de la demanda de plazas que realizan los ingenieros y técnicos que están interviniendo en las obras del AVE, que se encuentran a tan solo "quince kilómetros de distancia", además del desarrollo del programa Portas de Galicia, para la dinamización turística de la comarca, y de las actuaciones de la Eurocidade Verín-Chaves.

Los trabajadores valoran de forma positiva las muestras de apoyo que han recibido del Concello de Verín, que ha adoptado un acuerdo plenario para reclamar la permanencia del servicio. Y esperan actuaciones similares en la Diputación y el Parlamento gallego.

El parador de Verín suele agotar las habitaciones en el Entroido. Y mantiene un magnífico nivel de ocupación durante la Semana Santa y en el período estival, desde mayo a octubre. Por lo tanto, la plantilla contemplaría como "un mal menor" que se cerraran las instalaciones durante noviembre, diciembre y enero, que son los meses más flojos, como alternativa al cierre toral.

Trabajadores del parador de Santo Estevo confirmaron que el paro registrado durante la jornada de ayer fue inferior a la incidencia que tuvo el viernes. Y critican la "incertidumbre" que hay sobre las fechas en las que las instalaciones permanecerán cerradas.