El Parador de Monterrei, en la comarca ourensana del mismo nombre, e inaugurado en los años 60 por el entonces ministro de Turismo Manuel Fraga Iribarne, está amenazado de cierre, lo que dejaría en la calle a cerca de una veintena de trabajadores. Paradores de Turismo ha comunicado también que el parador de Santo Estevo, en Nogueira de Ramuín, será sometido a un ERE del 14% del la plantilla y se cerrará de forma eventual en los meses de menor movimiento hotelero.

Sin embargo, y mientras el comité de empresa de Paradores de Turismo de España confirmaba desde Madrid a los trabajadores que este parador-castillo de Monterrei era uno de los siete sentenciados de cierre en toda España por el Ministerio de Industria, los alcaldes de la comarca José Luis Conde, de Monterrei y Juan Manuel Jiménez Morán de Verín, ambos del PP aunque de distintas facciones, coincidían por una vez en jugar al despiste y señalaron que "por ahora todo apunta a que solo se trata solamente de un ERE".

Algunos hosteleros consultados y los propios alcaldes de la comarca, entre ellos el de Monterrei, reconocen que la mala gestión, con precios que duplican el de la hostelería local de la comarca verinense -precios que vienen impuestos desde Madrid, no están adaptados al contexto de crisis y al estado de las instalaciones, que llevan años sin ser remodeladas a fondo- pueden haber tenido alguna influencia en los malos resultados que arrastra el parador desde hace años.

Por su parte, los sindicatos acusan a ambos regidores y a la propia directora xeral de Turismo de la Xunta en funciones, Carmen Pardo, "natural también de Verín, de haber mantenido un silencio cómplice en todo este proceso", señaló Luis Ferro de CIG-Verín, pues el cierre del parador de Monterrei supondrá la desaparición no solo de puestos de trabajo en una comarca desahuciada en lo laboral, sino el cierre del único hotel de la zona.

El resto de la oferta se corresponde con hostales, y el déficit de plazas hace que en los grandes evento como el entroido de Verín, los visitantes pernocten en hoteles de Chaves y otras villas del país vecino.

El alcalde de Verín y senador Juan Manuel Jiménez Morán aclaró ayer que "espero que todo se quede en un ERE" y señaló que la próxima semana "trataré de entrevistarme en Madrid con personal del ministerio, para que me aclaren el alcance de esta reestructuración".

Por su parte, el alcalde de Monterrei señaló que "recibí hace unos días una carta de Paradores Nacionales, en la que informaban al Concello que iban a realizar una regulación de empleo que afectará al 14% de la plantilla, pero en ningún momento hablaban de cerrar las instalaciones".

No obstante el alcalde confesó que "nadie quiere que cierre el parador, pero tendrá que mejorar su gestión, pues no se pueden pagar en esta situación de crisis 3 euros por un café o por una cerveza". Otras cuestiones que creen han restado público es que "un menú de una boda, por ejemplo cuesta unos 80 euros en un restaurante de la comarca y en el parador puede costar 140, por eso bajó ó en los últimos años el número de banquetes". Añade que faltan vinos gallegos en la carta "y el hecho de que las compras sean centralizadas en toda España, provoca que en el parador de Verín solo se sirva un agua catalana, cuando estamos en una comarca que es zona envasadora y con aguas minero medicinales de muy buena calidad".

El alcalde de Verín, aunque más cauto, también reconoce que para hacer competitivo el parador, "tal vez habría que remodelar las instalaciones y renovar, sobre todo las habitaciones, para adaptarlas al precio que se cobra a los clientes".