Todo parece apuntar a que el PP colocará por primera vez en la historia a una mujer al frente de la Subdelegación del Gobierno en Ourense. Baraja dos posibilidades para el cargo: la flamante diputada electa, Ana Belén Vázquez, y la jefa territorial de Educación, Marisol Díaz Mouteira. Vázquez encajaría a la perfección en el cargo, debido a que es abogada e inspectora de policía en excedencia, pero también le han llegado cantos de sirena de que puede ser llamada en la próxima semana para ocupar un cargo de responsabilidad en el Gobierno de Mariano Rajoy.

–¿Su presencia en los actos del Día de la Constitución es algo revelador?

–No, fui al acto porque soy miembro del jurado desde hace seis años. Pero la verdad es que todos me preguntaban si sería la próxima subdelegada. Obviamente, yo lo único que sé es que el día 13 tomaré posesión de mi escaño como diputada.

–¿Le propusieron formalmente que fuera la próxima subdelegada del Gobierno en Ourense?

–No.

–Sin embargo, su perfil profesional encaja plenamente con el cargo, como abogada e inspectora de policía en excedencia, en servicios especiales.

–La verdad es que en su momento se rumoreó que yo podía ser subdelegada, pero una vez que fui elegida diputada, he ido a entregar mi credencial para tomar posesión el día 13 como diputada. De todas formas, yo sigo a disposición de mí partido como siempre: donde el partido considere oportuno que debo estar, allí estaré.

–¿Qué experiencia profesional acumula usted, en ese campo?

–Estuve ayudando a compañeros en la comisión del 11-M, formé parte de la comisión de investigación del 11-M como asesora y tuve 17 debates con Alfredo Pérez Rubalcaba, cuando era ministro del Interior.

–¿Qué valoración hace de Rubalcaba, como adversario político?

–Es un hombre duro en los debates. Llevaba una ficha de las personas con las que debatía, con todos nuestros datos personales y la foto. La verdad es que al principio imponía. Pero poco a poco yo fui descubriendo su punto débil, para ir a por él.

–¿Cómo obtenía esas fichas?

–Eran de curso legal, pero pedía datos personales a sus asesores sobre el diputado con el que iba a debatir.

–Tremendo.

–Eduardo Zaplana siempre decía: "Ana y Rubalcaba a bocajarro".

–¿Cómo se le daba eso de discutir con su jefe?, teniendo en cuenta que usted es inspectora de policía (en excedencia) y él el ministro del Interior.

–Yo siempre fui una defensora de la democracia, y hay cosas que no me gustan de Rubalcaba, como fue el chivatazo del "caso Faisán" y algunas cosas más.

–La próxima semana se despejará su futuro. El PP baraja la posibilidad de que usted sea la subdelegada del Gobierno en Ourense, como alternativa a Marisol Díaz Mouteira. Pero por otra parte, parece que está llamada a asumir responsabilidades en el Gobierno de Mariano Rajoy en Madrid.

–Repito que estoy a disposición del partido. El Congreso sería el lugar en el que podría defender mejor los intereses de los ourensanos. Pero hasta dentro de siete días no se decidirá nada. En el año 2003 me ofrecieron ser directora general de Juventud. No acepté el cargo, porque solo faltaban nueve meses para las elecciones generales.

–En la quiniela de candidatos para ocupar cargos del próximo gobierno, además de usted suenan Celso Delgado, para Infraestructuras, y Guillermo Collarte, para Tragsa y Fomento.

–Es posible.

–A última hora parece que se ha inclinado más la balanza hacia la posibilidad de que usted desempeñe una alta responsabilidad en el Gobierno central, frente a la de situarse como responsable de la Subdelegación de Ourense.

–Es probable, pero todo a su tiempo. Quien hace el organigrama y va hacer los nombramientos es Mariano Rajoy.

–El listón queda muy alto, porque Ourense llegó a tener dos ministras –una de ellas vicepresidenta– y una secretaria de Estado.

–Pero no se ha notado. De poco vale tener muchos ministros o altos cargos en el gobierno si no se traduce en nada positivo para la provincia de Ourense.

–Fue una sorpresa que a los 24 años, siendo abogada y diputada del PP, confesara que su sueño era ser inspectora de policía.

–Nos presentamos una amiga y yo, porque nos gustaba. Pero por circunstancias de la vida, al ser elegida diputada cuatro veces, no llegué a ejercer. Y ahora mi forma física no me lo permitiría, porque peso diez kilos más. Ya no soy la misma persona.

–¿Es una oposición complicada?

–Sí, porque te exigen estar en forma física, dominar temarios y la resolución de casos prácticos.

–¿Usted se sintió fascinada por esa profesión, al ver las actuaciones policiales en las películas?

–No, porque tenía amigos que eran inspectores de policía.

–¿Es una profesión de riesgo?

–Necesitas un reciclaje permanente, porque la delincuencia cambia.

–Su carrera política es de largo recorrido.

–A los 18 años era teniente de alcalde en Bande, y fui alcaldesa en 2007, durante nueve meses. Soy diputada desde el año 2000. Llevo cuatro legislaturas.