El exministro de la transición y actual presidente de Carrefour España, Rafael Arias Salgado, considera que los retos que tiene por delante la Unión Europea son "completar el mercado único", para lograr una plena libre circulación de servicios –limitada para el ejercicio de algunas profesiones–, además de complementar la unión monetaria con una unión fiscal, proceso en el que "se va avanzando", según su criterio, mediante la supervisión de los presupuestos nacionales, en el próximo ejercicio económico, por parte de la comisión europea, que les dará un "visto bueno no vinculante".

En el transcurso de una conferencia que pronunció ayer en Valdeorras, Arias Salgado vaticinó que de esta situación económica "saldrá algún órgano para la gestión de crisis" en la Unión Europea, después de haber "reaccionado tarde", al cogerla de improviso la crisis financiera internacional. Como primer paso, "ya se está planteando la reforma de los tratados", lo que supondrá "una mayor integración económica y presupuestaria", además del fondo de estabilidad presupuestaria que se puso en marcha, algo que contribuye a un "proceso de integración, en el ámbito presupuestario fiscal".

El mayor reto que tiene la política europea a largo plazo, según Arias Salgado, es la articulación de una política exterior de seguridad y de defensa común, materia en la que "chirría más la actuación de la Unión Europea", debido a que los grandes países que la conforman se resisten a diluir su protagonismo internacional. Tendrán que modificar esta postura, a medida que se consoliden los países emergentes, para que los intereses de los países europeos sean defendidos adecuadamente. "Los nuevos poderes mundiales, ya existentes, requieren que la Unión Europea fortalezca su dimensión exterior", para defender "nuestros intereses, nuestro modelo político, el estado de derecho, la democracia política, el estado de bienestar y la economía de mercado", frente al modelo del "capitalismo autoritario, no democrático, que encarna China", un país que se está convirtiendo en "el banquero del mundo".

El exministro y presidente de Carrefour considera que uno de los puntos débiles de la Unión Europea es que sufre un "declive demográfico" que, según su pronóstico, "se puede resolver, no tanto mediante políticas de natalidad, sino por medio de procesos migratorios". A esto hay que sumarle el problema de que Europa tiene un "bajo nivel de crecimiento económico", dado que no ha crecido por encima del 3% en la última década, mientras que el crecimiento de los países emergentes supera el 5%. Pero además, Arias Salgado advierte de que Europa tiene una "insuficiente y desorganizada" inversión en Investigación, Desarrollo e Innovación, frente a lo que están haciendo los Estados Unidos y China en este campo.

Otro punto débil de la Unión Europea es que "carece de unidad de acción política real", al no lograr integrar una política exterior, por lo que no puede actuar en el mundo como "un actor global".

A modo de conclusiones, Arias Salgado sostiene que la Unión Europea es ya "un poder mundial", aunque se encuentre fragmentado, en lo que respeta a política exterior, al contar con decisiones comunes y posturas "no siempre compatibles" de algunos países que cuentan con un importante peso internacional, como Francia y Gran Bretaña.

Como factor positivo, resalta que a pesar de las críticas y del panorama adverso "nadie quiere prescindir de la Unión Europea, nadie está dispuesto a salir y todavía hay miembros en el continente que quieren entrar", circunstancia que, según Arias Salgado, "permite relativizar su crisis".

Las políticas integradas de la Unión Europea han producido y siguen produciendo "grandes beneficios", como la negociación de tratados comerciales que favorecen los intereses europeos, sostiene el exministro. Y contempla la política pesquera de la Unión Europea como "una bendición" para España. "Nosotros tenemos la segunda flota pesquera del mundo y pescamos, sin problemas, en todos los océanos, gracias a los convenios pesqueros de la Unión Europea". España como país "no podría, no tendría ni potencia ni fuerza para negociar las ventajas que se derivan de esos convenios que firma la Unión Europea", agrega.

El propio mercado único, pendiente de culminación, es "altamente positivo"; la libre circulación de ciudadanos, produce "efectos positivos", además de lo que ha supuesto el proceso de integración, en el llamado pilar de justicia y seguridad: "Propició, mediante la euro orden, grandes avances en la lucha contra el terrorismo", sostiene Rafael Arias Salgado. Y destaca la política comercial, como otra ventaja importante.