El presidente de la Xunta Alberto Núñez Feijóo, reconoció ayer que él "nunca hubiera actuado como la alcaldesa de Melón", con lo que desautoriza el reciente decreto de la actual regidora de ese concello ourensano, la popular Cristina Francisco, por el que nombró director xeral de la corporación a su marido, Alberto Pardellas, exalcalde del PP de Melón e inhabilitado para el cargo tras ser condenado por un delito de prevaricación.

Alberto Pardellas no tardó en responder a su vez al presidente de la Xunta que es además su jefe de filas en el PP gallego, a quien recordó que "está claro que el presidente no me conoce bien ni a mí ni el programa electoral de mi mujer, en el que anunció que si ganaba la alcaldía me nombraba director xeral de Melón. Y mi mujer arrasó en las elecciones". El exalcalde puntualiza además que "soy libre, pues la ejecución de la sentencia que me inhabilita está suspendida mientras no se resuelva la solicitud de indulto que hemos solicitado".

Las declaraciones de Núñez Feijóo abrían ayer de forma explícita la espita de la diferencias entre el PPdeG, y el PP ourensano, controlado este último por el baltarismo, del que es uno de sus máximos exponentes en la provincia el inhabilitado alcalde Pardellas.

"Por lo que sé, la decisión de la alcaldesa no va va a suponer el cobro nómina ni salario al nuevo director xeral", puntualizó Núñez Feijóo "pero con la misma claridad y sinceridad les digo que yo no lo hubiera hecho en ningún caso", sentenció el presidente.

Por su parte, Alberto Pardellas confesó no entender la polémica, "total yo desde el momento en que mi mujer ganó las elecciones, ya era alcalde consorte", explica el exregidor quien, lejos de amilanarse, lanzó un envite al presidente de la Xunta al que advirtió que "él dice que nunca me hubiera nombrado director xeral del Concello de Melón, pero si yo fuera Feijóo tampoco hubiera nombrado a Rogelio Martínez, delegado de la Xunta en Ourense".

Rogelio Martínez fue uno de los hombres fuertes del baltarismo en Ourense, y actual piedra en el zapato de José Luis Baltar y de su hijo Manuel Baltar, presidente del PP de Ourense, tras la alineación de Martínez en las filas del PPdeG, o lo que es igual, a favor de las tesis del partido que defiende Génova, contrarias a la prevalencia de modelos caciquiles, alejado del criterio de centro que persigue un partido que aspira a recuperar el gobierno de la nación.

"De guerra nada, en el PP nos llevamos todos muy bien", insiste Pardellas, pese a los continuos lances que dirigió al presidente de la Xunta: "Está claro que si algún día llego a parlamentario voy a tener más protagonismo que Feijóo porque, tras mi nombramiento como director xeral me llaman medios de comunicación de toda España", ironiza.

Por otra parte, la actual alcaldesa no tenía otro cometido que el de sus labores, hasta que una sentencia condenó por un delito de prevaricación a 7 años de inhabilitación para cargos públicos, por construir sin licencia un polideportivo al lado de un monasterio declarado Bien de Interés Cultural. Tras este tropiezo Cristina Francisco aparecía, sorpresivamente como cabeza de lista en las últimas municipales.