El conselleiro de Medio Ambiente Territorio e Infraestructuras, Agustín Hernández, reconoce que la Xunta "prefiere" que la incineradora del sur de Galicia se ubique en la provincia de Ourense, aunque no descarta que finalmente se pueda instalar en Pontevedra. Anuncia que la Administración autonómica analizará la situación "con prudencia y realismo", para trasladar luego la decisión a las corporaciones de las localidades "beneficiadas", al tener la intención de "hacerlo en el lugar que concite el apoyo del concello" destinatario.

No hay que olvidar que la incineradora supone una inversión de 200 millones de euros y que creará de 300 a 400 puestos de trabajo directos, por lo que puede ser una alternativa tentadora para muchos alcaldes de zonas con baja población y escaso desarrollo económico, tras la celebración de las próximas elecciones municipales del 22 de mayo.

Hernández justifica su "preferencia", de que la incineradora se instale en Ourense en lugar de ubicarla en Pontevedra –la que tiene más población y genera mayor volumen de residuos–, al entender que es "una oportunidad para esta provincia".

De todas formas, el conselleiro advierte de que la colocación no está decidida. "Quien se manifieste en contra de una planta de tratamiento de residuos o de una incineradora en Xinzo, se posiciona en contra de algo que no existe".

Hernández sostiene que el "lugar idóneo" para ubicar la incineradora del sur de Galicia "será el que concite el apoyo de los concellos afectados". Adelanta que la decisión se tomará antes del mes de diciembre, para que esté funcionando en el año 2016, de acuerdo con el plan de residuos.

El conselleiro de Medio Ambiente intentó responder a la demanda de los grupos ecologistas, que piden procesos de reciclaje "menos contaminantes que la incineración", recordando que la actuación se ajusta al plan de residuos sólidos urbanos de la Xunta, que se inicia en el año 2010 y finaliza el 2020. "Contempla la disminución de residuos en origen, la disminución de residuos que van a vertederos y el incremento del reciclaje, para la reutilización", advierte. Solo llevaría a la incineradora o a un vertedero "los productos que no se puedan valorizar". Por lo que Hernández sostiene que se trata de un planteamiento "realista, pragmático, conforme con las directivas comunitarias y respetuoso con el medio ambiente, como no podía ser de otra forma. Todo lo demás es intentar confundir a la opinión pública".

Por su parte, el presidente de la Diputación, José Luis Baltar, sugiere que en lugar de hablar de incineradora, "podría denominarse parque medioambiental, como se le llamaba cuando se quería instalar en O Ribeiro".

Baltar asegura que "no hay absolutamente nada", con respecto a la posibilidad de que se pueda instalar en Xinzo de Limia. Aclara que la polémica "viene de que un periodista me comentó esa posibilidad", a lo que el presidente de la Diputación dijo: "¿Por qué no?". Pero ahora reconoce: "Ya tenemos el motivo de por qué no: PSOE, BNG y PP están en contra", por lo que atendiendo al criterio del conselleiro de Medio Ambiente, de que se realizará mediante consenso, "en Xinzo no se hará el parque medioambiental o la incineradora". Después de mostrarse partidario en repetidas ocasiones de que la planta incineradora se ubicara en Ourense –argumentando que si se instala en una zona limítrofe de Pontevedra "tendremos los mismos perjuicios y ningún beneficio"–, Baltar ahora juega el despiste, al ser consciente de que la decisión debe posponerse para después de las elecciones municipales, para que no se utilice como arma arrojadiza.