María Cudeiro tiene 30 años y desde los 10 se mueve en silla de ruedas. Recuerda el impacto de verse dependiente siendo niña como una sucesión diaria de obstáculos. "En aquel momento no había ni una sola acera rebajada y en ninguna gasolinera de aquí a Madrid había baño adaptado". Así que cambió la mariola por la reivindicación y ahí empezó su lucha.

Veinte años después y con muchos pasos dados pero los más grandes aún por dar, la ourensana María Cudeiro recibió ayer la noticia de que había sido galardonada con el V Premio Galego Piñeiro "Pallín" que convoca la Fundación Amigos de Galicia en colaboración con el Concello de Rábade, dedicado a los comprometidos con las personas discapacitadas y por la eliminación de las barreras arquitectónicas.

En el apartado de entidades resultó galardonado el Concello de Allariz por su plan especial de actuación para la accesibilidad, y a María, de forma individual, le dieron el premio por ser un ejemplo de "superación y capacidad de esfuerzo" y porque, además, "se preocupa por las personas que están en su misma situación".

"Me propusieron para el premio hace un mes y me quedé muy sorprendida, pero sobre todo porque la inciativa partía de la Asociación Solcom, de la cual nunca había oído hablar". Resultó ser una agrupación que defiende los derechos de los discapacitados mediante recursos en los tribunales. De hecho, conocieron a María por la lucha judicial que emprendió y ganó contra Cinebox de Ourense por no tener salidas de emergencia accesibles en todas sus salas. El TSXG le dio la razón pero todavía sigue esperando a que el Concello haga ejecutar la sentencia: "El alcalde ha hecho caso omiso, allí todo sigue igual pero lo peor es que la gente cree que todo está arreglado, pero no es cierto y no me voy a rendir hasta que esa sentencia se cumpla".

Solcom la conoció por este caso pero, dice, "es aislado, una anécdota más de mi lucha diaria". Estudió Derecho y logró que rebajasen todas las aceras desde su casa a la facultad. Ahora trabaja para la Xunta y pronto dejará el hogar familiar para vivir sola.

Lamenta no haber contado con apoyo fuera de la familia: "Me he sentido muy sola. Las asociaciones viven de los fondos públicos y no quieren problemas con la administración".