Jubilados que llegan del pueblo en el tren de la mañana para hacer gestiones en la capital de Ourense y regresan a última hora de la tarde a sus lugares de origen y estudiantes que vuelven a casa los fines de semana son los viajeros habituales del tren de media distancia Ourense-A Mezquita de Renfe, el más deficitario en número de usuarios de Galicia, con una media de 14 viajeros al día.

Una media que rompió ayer todas sus expectativas, pero a la baja, porque el único servicio que funciona los sábados entre Ourense y A Mezquita partió a las 15.10 horas sin ningún viajero.

"Es que el sábado es mal día, a lo peor no viaje nadie", aventuraba Paco López, monfortino pero residente en Santiago, quien pidió hace unos años trabajar en esta línea como interventor, "precisamente porque es tranquila, por el tipo de usuarios, la mayoría de ellos tarjetas doradas", indicó en relación a la edad de los viajeros, en su mayoría jubilados y pensionistas, que viajan además con descuentos de hasta el 40%, sobre los 6,50 euros que cuesta el billete simple entre Ourense y A Mezquita.

Pero ayer en la Estación Empalme de Ourense, llamada a ser la estación central del AVE en Galicia, algo impensable ante el decadente espectáculo de vías y andenes vacíos, no había ni "tarjetas doradas", ni estudiantes rezagados de fin de semana.

Las 56 plazas del automotor 596 de Renfe, conocido en la jerga como "Tamagochi" por su pequeño tamaño, iban vacías. Hasta el conductor escapó, huidizo, y rehusó hacer declaraciones a la vista del desierto panorama.

"Y eso que hacemos el viaje en un tiempo muy bueno, pues el tren realiza una media de 120 kilómetros hora y llegamos a la estación de A Mezquita a las 16.44 horas, es decir en una hora y veinte minutos, lo mismo prácticamente que lleva por carretera", explica el interventor.

La línea más deficitaria de Galicia parece, a la vista de estos datos, la más rápida, pues A Mezquita está situada en el extremo suroriental de la provincia de Ourense y dista de ésta 120 kilómetros, lo que supone más de una hora y media de viaje por carretera.

El "Tamagochi" hace además innumerables paradas en su recorrido, algunas facultativas, es decir dependiendo de si hay o no viajeros en la estación y otras estables. Son casi una docena de paradas. Tras salir de Ourense para en la estación de San Francisco, también en el casco urbano, pero sólo si hay viajeros. Luego vienen las paradas de Taboadela; Paderne; Ponte Ambía; Baños de Molgas, Vilar de Barrio; Alberguería; Vilariño de Conso; A Gudiña y finalmente la estación de Vilavella, en A Mezquita.

Paco, el locuaz interventor aficionado a la historia y capaz de entreverar en la conversación las características técnicas de su automor, con el rey Witiza o los albores de la Reconquista, se sube el tren y se despide de sus entrevistadores saludando desde el automotor como en una alegoría de "Casablanca".

Pero este tren vacío ayer es sin embargo la única vía de comunicación estable con la capital para el alejado Concello de A Mezquita, más próximo geográficamente a la comunidad castellano-leonesa que a Ourense y víctima, como denuncia su alcalde, de un secular abandono en materia de comunicaciones.