El río Sil y la Ribeira Sacra, Lugar de Interés Comunitario (LIC), se enfrentan, según el senador nacionalista Xosé Manuel Pérez Bouza, "a un impacto medioambiental peor" que el provocado por las obras de ampliación efecutadas por Iberdrola en el embalse de Santo Estevo. En aquella ocasión, el cauce del río Sil quedó seco en un tramo de varios metros, tal y como contrastó la Fiscalía tras las denuncias ecologistas.

PP y PSOE han rechazado con sus votos, en el Senado, una moción del BNG que demandaba al Ministerio de Medio Ambiente que denegara los permisos a Iberdrola para poder desarrollar el proyecto hidroeléctrico de Santa Cristina, en la cuenca del Sil.

Pérez Bouza interpretó que los dos grandes partidos "le dan la espalda a la protección de la Ribeira Sacra por las presiones que ejercen las empresas eléctricas". El senador nacionalista por Ourense contrastó "la desidia e indiferencia" de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, organismo que depende del Ministerio de Medio Ambiente, con la actuación de la Fiscalía y de la Comisión Europea, "que indicó que abriría un expediente para ver si se vulneró la normativa medioambiental de los LIC", explicó Perez Bouza.

El nacionalista explicó que, con el nuevo proyecto en el Sil, Iberdrola obtendría 750 megawatios, "por lo que tendría que construir varias galerías subterráneas, además de una balsa de grandes dimensiones en el Cañón del Sil", espacio protegido.