Aunque todo se quedó en un susto fue necesario un amplio despliegue de agentes de la Policía Local, Protección Civil y Guardia Civil para dar con el paradero, en un céntrico bar de Verín, ayer por la mañana, de un menor de 12 años al que llevaban buscando durante toda la noche.

Su madre y un tío, que son de origen portugués, denunciaron su desaparición a última hora del jueves en la comandancia verinense, al buscarle sin éxito la tarde del jueves por Castrelo de Val, a unos cinco kilómetros de Verín, donde residen, ya que no volvió a casa después del colegio. El protagonista de esta historia dijo que había dormido en casa de un amigo y que había avisado a su madre para contarle que no pasaría la noche en el domicilio familiar.

Tras una intensa búsqueda, una patrulla de la Guardia Civil encontró al niño en el bar Viana, próximo al Concello de Verín, en el que se encontraba desayunando. Según explicaba ayer el propietario del establecimiento, el menor llegó al bar sobre las siete y media de la mañana.

"A mí no me sorprendió verle porque viene a menudo por aquí antes de ir al colegio", dijo Manolo, que añadió que "me preguntó si tenía sueño y le dije que sí, que había madrugado mucho. Él me dijo que había pasado la noche en casa de un amigo con el permiso de su madre, a la que había avisado".

El dueño del bar comentaba que no se percató "de la que se había montado" hasta que los medios de comunicación comenzaron a llegar a su bar preguntándole por lo sucedido.

Así, matizó, "aquí vienen guardias civiles por la mañana a desayunar todos los días y si le dijeron algo al verle y se lo llevaron, la verdad yo ni me enteré porque no sospechaba, a la vez que mostraba la mochila que olvidó el menor en la mesa".

"Un niño ejemplar"

El dueño del Viena insistía ayer en que "es un niño ejemplar, educado, tranquilo, que viene al bar muchas veces y nunca dio un problema. Ya me gustaría a mí tener un hijo así".

Por su parte, la conserje del IES Castro de Baronceli, en Verín, donde el menor estudia Primero de Eso, señalaba que no es muy buen estudiante pero que no es problemático. "El jueves por la mañana vino a clases, después comió en el comedor escolar y sobre las dos y media de la tarde cogió el autobús de vuelta a su casa", recordó la trabajadora del centro.

Por su parte, fuentes de la Guardia Civil de Ourense indicaban ayer que se trata de un menor algo conflictivo. Los agentes le tomaron declaración e instruyeron diligencias. Además, fue sometido a un examen forense por si hubiese alguna anomalía.