El vicepresidente de la Diputación y alcalde de Arnoia, Rogelio Martínez, es firme candidato a ocupar el cargo de “superdelegado” de la Xunta de Galicia en la provincia de Ourense, al contar con apoyo de la dirección del Partido Popular de Galicia, como así se lo habría manifestado.

Aunque sobre el nombramiento se guarda un absoluto hermetismo, lo que sí se confirmó fue un encuentro entre Rogelio Martínez y el secretario general del PPdeG y actual conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, y en el que se abordaría el tema del “superdelegado” de la Xunta en la provincia.

Sobre esta cuestión, el presidente provincial del PP, José Luis Baltar, manifestó ayer a FARO conocer esa información que sitúa a Martínez como “superdelegado”, pero no por la dirección del partido. “Conmigo no se habló de esa posibilidad”, y recalcó que de ese tema no se habló, ya que cuando lo planteé me dijeron que en esos momentos no tocaba”.

Presentar una terna

En lo que insistió ayer Baltar es en presentarle a Núñez Feijóo una terna de nombres para ocupar el cargo, aunque evitó desvelar sus identidades, así como pronunciarse de si Martínez sería un buen candidato y de incluirlo entre la terna.

Lo que dijo tener claro es que “puede ser cualquiera”, sobre todo después de que se conoció el “rango que van a tener, el de director general”, lo que amplía las posibilidades a un mayor número de personas.

Dicho esto, el presidente provincial del Partido Popular descartó a Roberto Castro, una de las personas que habría barajado, debido a que “ocupará la Dirección Xeral de Relacións Institucionais e Parlamentarias”, y cuyo nombramiento quedará rubricado hoy en el Consello de la Xunta.

Baltar dijo que el primero en conocer sus candidatos será el propio presidente, Núñez Feijóo, e insistió que por el momento, y a pesar de los nombres que circulan, muchos de los cuales dijo que no entran en su esquema, aseguró que “no tengo concretada la terna que le voy a presentar al presidente”.

Sobre lo que sí se pronunció Baltar fue respecto a los temas fundamentales que deben ser prioritarios para el nuevo Gobierno gallego, y que los centró en la situación de crisis económica y, especialmente, en todo lo concerniente al “equilibrio territorial”. Sostiene que “se debe hacer un esfuerzo extraordinario” para reducir las diferencias que existen entre el interior, Ourense y Lugo, y las de la costa.