Lo que está sucediendo con el estudio sobre posibles ubicaciones de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR), adjudicado a la empresa Fullcrem, y del que aún no se sabe nada a pesar de que se sobrepasaron los plazos establecidos, es para el portavoz del grupo municipal del Partido Popular, Enrique Nóvoa, un "claro ejemplo de la negligencia y falta de gestión" con la que actuó el gobierno bipartito (PSOE y BNG).

Así, además de admitir que le había sorprendido que el alcalde Francisco Rodríguez reconociese en el último pleno que la actitud de la empresa "es una tomadura de pelo", Nóvoa criticó que plantease en la sesión del pasado jueves la posibilidad de rescindir el contrato a la empresa, decisión que se adoptará en la reunión de la junta de portavoces, que por el momento no tiene fecha.

"Debió trasladar antes a los grupos la situación en que se encuentra el estudio" y reprochó al alcalde, y especialmente al concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, la falta de información y que se vieran obligados a dar explicaciones después de que los populares formularan una pregunta en el pleno.

De ahí que antes de adoptar una decisión el portavoz del PP pedirá tener acceso al expediente, "algo que no fue posible hasta estos momentos", y tener un conocimiento exacto de los incumplimientos de la empresa a la que se adjudicó el estudio, en función de los plazos establecidos en el pliego de adjudicación.

Lo que dejó ayer claro Enrique Nóvoa es que "mantenemos nuestro criterio" sobre la ubicación de la depuradora y defiende que la mejor opción es la actual ubicación en Reza, declarada ilegal por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) en sendas sentencias.

Es por eso que el PP propone negociar con los vecinos afectados, a los que en su momento daba la razón el alto tribunal gallego, que pasaría por "llegar a un acuerdo en las cantidades económicas" y "apostar por la mejor depuradora", con la implantación de las nuevas tecnologías para evitar los problemas surgidos, sobre todo, con el tema de olores en el período estival.

Una propuesta "que defendimos en la campaña electoral, mientras que los socialistas, que pesaban lo mismo, cambiaron de postura por conseguir un puñado de votos", dijo Nóvoa, que además acusó al grupo socialista de "tener miedo de tomar una decisión en este sentido".