En los últimos días, y ante el riesgo que planteaban la llegada de temporales de lluvia, el Concello de Moaña actuó en dos puntos distintos de las vías municipales de la parroquia de Domaio, para atajar los frecuentes problemas que sufren ambas zonas por la acumulación de agua ante lluvias intensas. Es un problema que se repite desde hace años.

La concejala de Obras e Servizos, Marta Freire, explica que una de las obras consiste en la construcción de una nueva conducción de aguas pluviales, a la altura del barrio de Escurrás, en la carretera de San Lourenzo, mediante la instalación de tuberías de media caña en el lateral del vial.

Se pretende así evitar que las aguas invadan esta calzada de la parte alta de Domaio y reducir la peligrosidad de la misma.

Además, la cuadrilla de obras está rehaciendo la arqueta de A Cerradiña, en su linde con la PO-551 y que ocasionó problemas por su poca capacidad para recoger las aguas.

Con esta actuación el Concello intenta evitar que las lluvias intensas acumulen bolsas de agua en la carretera general PO-551 a la altura del barrio de A Cerradiña.

Ambas mejoras fueron solicitadas al Concello por la Asociación de Veciños Monte Faro.

En materia de recogida de aguas, esta misma semana y en pleno temporal vecinos del barrio de A Marrúa volvieron a exigir la limpieza de las tres arquetas que minimizan los problemas históricos de arrastre de riadas de agua desde el Corredor do Morrazo. Aseguran que piden esta limpieza desde el pasado 11 de diciembre.