Balbino Álvarez asegura que empezó con su blog de "Balbineitor Furancheitor" como una guía "furanchín" de la comarca, bajo la independencia que le daba, en un principio, que pocos le conocieran y pudiera libremente realizar sus crónicas de un local, disfrutando también de sus vinos, comidas y ambiente. Reconoce que es un amante de los furanchos, de los que destaca su espíritu tradicional, su arraigo en las costumbres y que gracias a que están regulados podrán pervivir. El año pasado recorrió al menos medio centenar de furanchos, principalmente de Cangas y de Moaña, aunque también alguno de Cela, en Bueu; y en Vilaboa, con crónicas llenas de sentido de humor en las que también ofrece imágenes. Balbino Álvarez ya está calentando motores ante el próximo inicio de la temporada el uno de diciembre y está recorriendo las tabernas, que tienen autorización para más meses que el furancho, que sólo son dos meses entre un período comprendido entre el 1 de diciembre y el 30 de junio. "Hoy -por ayer- al fin tuve el hueco para ir al sitio del que hace tiempo quería ir porque había oído hablar muy bien del vino que allí servían... Me dirigí hacia el bar Buraquiño, en Pinténs, preso de una sed inimaginable... la sorpresa fue total y maravillosa cuando probé el primer sorbo. Me encontré con un albariño de la zona de O Hío (lo cual por sí solo ya es una garantía) que estaba sencillamente espectacular...", escribía ayer este moañés afincado en Cangas, cuyas crónicas furancheiras tienen cada vez más seguidores. Y es que conecta con un tono coloquial: "Buenas tardes bebedores habituales. Esta mañana fui a Moaña a hacer unos recadillos, aprovechando el viaje, y que la sed atenazaba mi gaznate de un modo implacable, me acerqué a la gasolinera de Sanchilán a tomar un vinito del que según las informaciones que a mi poder llegaron de parte de mis ojeadores, es digno de probarlo...".En sus crónicas también recoge conversaciones anecdóticas de quienes disfrutan en la taberna o en el furancho: "Por todo ello y por el poder que me otorgan los megas que a mi casa llegan, le otorgo una puntuación loureira de un 7", señala en una crónica sobre la Taberna A Villa Carmen, que ubica también "entre dos monumentos del siglo XIII como son la iglesia de Coiro y la de San Martiño" . De la parroquia moañesa, la reina de furanchos en la comarca, son muchas las alusiones en su blog "En este momento estamos en San Martiño la Teniente O´Neill, mi lugarteniente y un servidor en plena vorágine de ingesta...". Muy simpáticas son algunas de sus puntuaciones, como al Furancho Das Avestruces, en Coiro: "Valoración media loureira 8, que se convierte en un 8 porque así me lo dictaminan los astrofísicos de la NASA". Igual puntuación le otorga al "Furancho do Río" o "Do Alemán" del que dice que "así queda especificado en el tratado de Mastrich".
Con uniforme de camuflaje, dice en otra crónica, para "mezclarme con el entorno (pantalón vaquero, tenis y un jersey color crema) me dirigí hasta el Furancho "A de Ángel", armado hasta los dientes (15 y el teléfono)", en Darbo. Explica cómo se llega a su "objetivo y tras una desglosada valoración llega a la media loureira de 7,4 "que se convierten en 7 por no sé que rollo que tiene que ver con el karma".
En su blog también hacen quedadas furancheiras..
