El Instituto Tecnolóxico para el Control del Medio Marino de Galicia (Intecmar) procedió ayer al cierre cautelar del tercer polígono de bateas de la zona de Liméns, en la ría de Vigo, denominado Cangas H, debido a la presencia de toxina lipofílica en niveles no permitidos para el consumo humano. Mientras tanto, el resto de la ría permanece con unos niveles de de alerta de B2 o de B3 en el caso de esta toxina y de B1 y B2 en la de la ASP o amnésica. El nivel B significa alerta por posibilidad de acumulación de toxinas con un incremento progresivo en tres fases (B1, B2 y B3). Cuando el nivel es A es que no hay situación de riesgo y cuando es C es de prohibición.
Con el nivel B2 "las fábricas ya no quieren el producto porque en el control que después realizan ellas, la toxina se duplica y no pueden enlatar", asegura uno de los productores que se queja de que el molusco que extraía ayer para vender a fábrica lo tuvo que dejar en bolsa en las bateas. Aclara que el actual sistema químico que se utiliza para comprobar los niveles de toxicidad se realiza con el mejillón vivo, cuando considera que se trata de un error, ya que después en fábrica, la analítica se realiza con el molusco deshidratado y la toxina se concentra y se duplica: "Por eso que las fábricas ya no quieren comprar el producto cuando los niveles están en B2 porque después a ellos les da por encima del baremo de unidades tóxicas permitidas".
La resolución del Intecmar de ayer se publicó en la web de este instituto oficial a las 9 de la mañana cuando los mejilloneros ya estaban trabajando desde dos horas antes y retirando mejillón de las cuerdas para vender: "Nos revientan por todos lados", asegura este bateeiro que califica de "comité de sabios" a las personas que decidieron poner marcha el nuevo sistema de control de toxinas, que sustituyó al denominado ratón: "No es un método fiable y está sin desarrollar. Una cosa está clara y es que la fusión del mar y la tierra sólo es efectiva en la cocina. Nadie comparte la política que se está realizando desde Medio Rural, llevando también pesca, ni desde el sector de la leche, del cerco o del forestal".
Hasta última hora de ayer los únicos polígonos que permanecían cerrados eran los tres de Liméns: Cangas H, Cangas G (que cerró el día 17 de agosto) y Cangas F (cerrado desde el 4 de junio), los tres por toxina lipofílica.
Sin embargo, los polígonos Cangas C y D, frente a Moaña y abiertos desde el pasado 11 de agosto, mantienen una alerta en niveles altos. Cangas C tiene B3 en lipofílica y B1 en ASP, mientras que Cangas D está en B2 y B1, respectivamente. El polígono Cangas B, frente a Meira, también está con nivel b2 en ambas toxinas y los de Redondela A, B, C, D y E, además de Vigo A, en la zona más interna de la ría, en Domaio, Rande, Chapela y Teis, están entre B1 y B2. Ninguno en la ría presenta riesgo en toxina PSP.
La llegada de los vientos del norte podría suponer un alivio al sector, aunque en estos momentos los bateeiros ya no confían en la sabiduría popular de que con los vientos del sur entra la toxina y con los del norte, se retira.
En cuanto a la ría de Pontevedra, de los ocho polígonos de mejillón, están abiertos los tres de Portonovo A, B y C, en los que se puede extraer el molusco desde el 13, 15 y 28 de agosto, respectivamente. Bueu B está cerrado desde el día 17 de agosto y los restantes están sin producir desde marzo y abril.
