La concejala de Comercio, Berta Pérez, salió dolida de la sesión plenaria de anteanoche en la que se decidió suspender el traslado de los puestos de venta ambulante de la Alameda Vella a O Señal y sobre la que denuncia la "imposibilidad de hacer uso de la palabra" por la algarabía de la sesión. Considera que los grupos de oposición no actuaron con el respeto que deberían y que lo hicieron con "oportunismo e hipocresía", criticando actitudes que ellos mismos practicaron.
La edil repite que los motivos del traslado son el sobrecoste "en más de 25.000 euros al año" que le supone al Concello la ocupación de zona portuaria, el inicio de obras en la zona afectada y la activación de la zona azul para facilitar la rotación de aparcamiento, "demandada por el comercio local desde hace años". La solución es "mover parte del mercadillo a cien metros de su ubicación actual", solucionando los problemas mencionados, y además "se consigue unificar y controlar mejor la actividad, en beneficio de todos".
Sostiene la responsable de Comercio que "lo políticamente correcto por mi parte sería paralizar este problema hasta después de las elecciones municipales, por el simple hecho de ganar o no perder votos". Pero dice renunciar a "lo más sencillo" y opta por "afrontar un problema que desde hace años existe en el Concello y no se da resuelto". Por contra, la oposición prioriza los votos sobre el trabajo, actúa "como hienas políticas" durante el pleno y aprovecha la controversia "como herramienta de campaña, asumiendo una vez más un papel oportunista y lleno de hipocresía política". "¡Qué fariseo que ellos intentaran lo mismo en el pasado y ahora manifiesten su oposición!", critica.
Para la edil del PP, las acusaciones de soberbia dirigidas por la portavoz del BNG, Mercedes Giráldez, responden a que tiene "el doctorado sobre el tema", pues recuerda plenos que su gobierno presidía en los que "no dejaban siquiera expresarse a los vecinos asistentes", al contrario de lo que ocurrió este viernes. "La soberbia sería utilizar nuestra mayoría absoluta y haber seguido adelante", pero han optado por el diálogo, afirma. "Lo que sí quiero dejar claro es que el hecho de reunirnos no significa que nos dejemos coaccionar por aquellos que no cumplen la ley. Por encima de todo están los intereses de Cangas y no el de unos pocos. ¡Que no se equivoquen!", advierte.
