Una de las disciplinas más importantes para todos es la historia. Conocerla es fundamental para entender la sociedad actual e imprescindible para cualquier persona interesada en los más curiosos detalles de épocas pasadas. Una de las temáticas estrella de la historia es la guerra y las batallas bélicas, que atraen cada vez con mayor fuerza a miles de aficionados que se interesan por la vida en las trincheras. Uno de estos apasionados por las batallas es Óscar Galansky, un vecino de Moaña que a sus 25 años es ya todo un experto en el género de las conocidas como recreaciones históricas.

"La recreación histórica implica tener interés en la historia, venderla como una especie de museo vivo", recalca Galansky. Y es que desde hace cinco años este moañés dedica su tiempo libre a asistir a los numerosos eventos que se organizan en Galicia y el resto de España, en los que un grupo de "recreadores", como ellos mismos se denominan, simulan de forma real distintas batallas de la Guerra Civil, la Segunda Guerra Mundial o la época napoleónica, entre otras. Al margen de sus conocimientos históricos, especializados sobre todo en esos grandes conflictos bélicos, Galansky estudió Guión y Dirección en Vigo, tras lo cual ejerció de montador para numerosas productoras de la comunidad gallega. Decidido a combinar sus dos pasiones, la recreación y la cámara de vídeo, el moañés ha iniciado hace unos meses un nuevo proyecto audiovisual: una serie web que ha bautizado con el nombre de Tropa Guripa y que consiste en la realización de reportajes de las distintas recreaciones en las que participa, así como de todas las actividades que giran en torno a estos eventos.

Este nuevo proyecto tiene como objetivo "dar a conocer la recreación", un género que según el propio Galansky está todavía cogiendo fuerza en España. En los siete capítulos realizados hasta el momento, Galansky ha participado en la Batalla Olvidada, en la localidad de Abánades, en Guadalajara; en la recreación con vehículos militares de la Segunda Guerra Mundial de Parga, en Lugo; en el bicentenario de la batalla napoleónica de Los Arapiles, en Salamanca; y A Coruña, donde participó y grabó el evento multiépoca Ariete.

Precisamente este evento coruñés tiene un significado especial para Galansky, ya que su primera experiencia en el mundo de la recreación tuvo lugar allí, en el año 2008, donde participó como paracaidista americano en la recreación de la batalla de Normandía, que se escenificó en el monte coruñés de San Pedro. "En esa primera experiencia me dejaba guiar mucho por los más veteranos", explica Galansky. Desde ese día, el moañés ha acudido a todas las ediciones del evento.

Su interés por la guerra le viene ya desde los 13 años, cuando un amigo de su padre le regaló su primera pieza de coleccionista, un casco americano. "Con 14 años ya estaba ahorrando para comprarme mi primer fusil", afirma Galansky. Además de las armas, entre su colección cuenta con siete trajes de época: uno de cada bando de la Guerra Civil española, trajes de paracaidista e infantería del ejército estadounidense, un traje polaco y dos rusos, uno de verano y otro de invierno. Sin embargo, el propio Galansky afirma que "llegó un momento en el que solo coleccionar no tenía sentido", y fue entonces cuando decidió iniciarse en el mundo de la recreación. A través de la red se puso en contacto sobre todo con el grupo "Frente de Madrid", del que llegó a ser condecorado como socio honorífico.

"Los dos primeros años viajaba yo solo para participar en las recreaciones", explica Galansky. Desde esas primeras experiencias, ha participado ya dos veces en la batalla de Quijorna, en Madrid, donde intervino como combatiente tanto del bando republicano como del nacional; cuatro en recreaciones de la Segunda Guerra Mundial en Ariete; una en Parga, Lugo, donde llegó incluso a participar en la grabación de un documental; una en la batalla de la localidad aragonesa de Baldellou, como polaco en la Segunda Guerra Mundial y un viaje cultural a Polonia con su grupo Poland First to Fight.

Tras estas nueve primeras recreaciones decidió ir más lejos e iniciar Tropa Guripa. Y es que el nombre del proyecto, Guripa, es la forma coloquial de llamar a los soldados dentro del propio ejército. "Me gusta el ambiente que hay, ser transportado a otra época y la visión cinematográfica de las recreaciones, donde todo es muy visual", afirma Galansky, ya que esto es precisamente lo que quiere transmitir en su nuevo proyecto, que por el momento tiene muy buena aceptación, tanto entre los profesionales del sector como entre los que no conocían la recreación, que puede disfrutarse en www.tropaguripa.com.

Lejos de concebir el género de la recreación bajo el punto de vista político, Óscar Galansky se considera a sí mismo y a sus compañeros recreadores como "una especie de actores, de figurantes de película histórica".

Su labor lo ha llevado a obtener el reconocimiento de Polonia

En la actualidad Galansky forma parte del grupo Poland First to Fight, integrado por una veintena de españoles que desempeñan el papel del ejército polaco. Y es que la recreación en Europa está mejor valorada que en España, donde "somos un poquito más pachangueros", asegura.

Una de las experiencias más especiales del moañés fue precisamente el viaje cultural que realizó con el grupo a Polonia, en junio del año pasado, invitados por el gobierno del país. La sorpresa se la llevaron cuando el ministro de Excombatientes y Personas Represaliadas, el Dr. Ciechanowski, los condecoró con la medalla Pro Memoria, reconociendo así la labor de divulgación que realiza el grupo español.

El 30 de septiembre Poland First to Fight organiza un evento en Madrid, en el que recrean el comienzo de la Guerra Civil, con la compañía del departamento del 39, así como el levantamiento de Varsovia, para el que cuentan con ayuda del gobierno polaco. La recreación marcará el último capítulo de la primera temporada de Tropa Guripa. Aunque habrá que esperar para saber si sale la segunda temporada, lo seguro es que Galansky tiene preparada una sorpresa para el final de esta temporada. Todavía no se sabe cual será, pero todo apunta a que tendrá carácter internacional.