Hace unos años que el Concello de Lalín puso en marcha una comisión para renovar el callejero del casco urbano. Ayer se conocieron las primeras propuestas formales realizadas por este grupo que está conformado por expertos y representantes del gobierno municipal. Las calles B, C, D y F serían las primeras afectadas por el cambio, que en muchas ocasiones no es muy bien recibido por los vecinos. Por lo que, teniendo las propuestas encima de la mesa, también es necesario saber lo que opinan, al igual que los encargados de los negocios que serán los principales afectados.

En este sentido, la mayoría de los consultados por esta Redacción se muestran favorables a dejar atrás el abecedario que da nombre a las calles y bautizarlas nuevamente. Las opciones son varias, hay quien apuesta por buscar su nombre original, lo que se denomina como microtoponimia; hay quien defiende que deben dársele el nombre de personas destacadas en el ámbito que sea, pero de la zona; y hay quien le haría un homenaje al rural, haciéndolo presente con los nombres de sus parroquias en las calles. Pocos son los que prefieren dejar tal y como están las cosas, pero alguno todavía lo defiende para no evitar confusiones. Ponen como ejemplo la calle Luis González Taboada, antigua calle A, que a pesar de que ya lleva años llamándose de esta manera, hay quien continúa apelando a la letra para referirse a ella.

Hay que recordar que las primeras propuestas pasan por nombrar la actual calle B como Ramón de Valenzuela en honor al político y escritor trasdezano. El más conocido para los lalineneses de todos los ilustres propuestos por la comisión. Para la F se pone encima de la mesa al matemático, astrónomo y pintor Enrique Vidal Abascal. La discípula de Ramón María Aller Antonia Ferrín Moreiras se propone para la D. Nacida en Ourense en 1914 y fallecida en Santiago en 2009, fue la primera mujer profesora de la Facultade de Matemáticas de la USC y realizó trabajos bajo la supervisión del sabio lalinense. El trovador medieval Nuno Eanes de Cercio pondría su nombre a la rúa C. Por su parte, el alcalde ,Rafael Cuíña, asegura que se necesitaría un consenso con el PP para llevar adelante las propuestas. Asimismo, dice no secundar la idea de quitar las profesiones a determinadas calles como a Pintor Laxeiro o Matemático Rodríguez.

Lo que quieren los lalinenes es que el cambio sea más funcional. Muchos todavía recurren a un establecimiento para indicar una calle cuando le preguntan por una dirección, por ejemplo. Es el caso de Marta Fernández Albor, encargada de un negocio en la calle D, que apunta que "no me importa el nombre que quieran poner, pero dejar las letras no lo veo bien porque da a lugar a mucha confusión y puede perjudicarnos". Asegura que "a la hora de buscar representantes, por ejemplo, me pasó a mí hace poco, la dirección lo llevó al polígono".

Por su parte, una vecina de la calle F, Alba Vázquez Barca, dice que "no estaría en contra, porque me parece una idea novedosa, igual por la costumbre, a la hora de localizar a la gente puede parecer más fácil con las letras". Sin embargo, reconoce que "sí que resulta algo llamativo utilizar el abecedario para llamar a las calles, porque no es la primera vez que cuando digo el nombre me preguntan si realmente se llama F", por eso aunque considera que tanto a nivel burocrático como a pie de calle, el cambio puede ser algún problema, piensa que "con el tiempo creo que al final la gente se acostumbraría". Octavio Daparte coincide con la joven. Considera que es mejor nombrar las calles con alguna persona señalada que mantener las letras o los números en los viales.

Ángela Ceán Fuentes, natural de Goiás, prefiere que el nombre de las calles se dejase tal y como está. "Creo que puede volver a entorpecer a la gente que viene a Lalín, o incluso a la que ya vive aquí. La gente mayor ya está acostumbrada a los nombres y no creo que el cambio les beneficie".

No piensa lo mismo Isabel López Coto: "Cuando das la dirección, mucha gente se sorprende cuando dices Rúa B, una vez, incluso dije Rúa B de Barcelona, y la dirección me llegó así: B de Barcelona", por eso a esta trabajadora de Correos de Lalín le parece bien la iniciativa. Cambiaría los nombres tal y como ocurrió en la calle donde vive, la rúa Otero Pedrayo, antigua calle S. Dice no tener preferencias a qué nombre de las calles, insta a la operatividad del nombre, "que no sean muy largo, como Memorias dun neno labrego".

Jacobo y Noelia González Senra, hermanos, también están a favor de quitar el abecedario del callejero lalinense. Pero cada uno de ellos aporta una idea diferente. Mientras Jacobo cree que se debería dar un homenaje al rural del municipio, Noelia apuesta a que las mujeres tengan más presencia. "Yo creo que debería ponerse el nombre de las parroquias que hay en el municipio, para que todo el mundo las conociera", apunta Jacobo. "El 90% de las calles llevan nombre de hombre, y de las pocas que hay, muchas son nombres de santas", indica su hermana,

Por su parte, Celso Fernández Sanmartín, considera que "donde se construyó Lalín, antes esos sitios ya tenían un nombre y creo que se deberían de recuperar, de hecho ese es uno de los dictámenes de la comisión". Pone por ejemplo A Cacharela, donde él vive. Apunta que "se puede poner por debajo en los letreros antigua Avenida Bos Aires". Indica que "primeramente antes que dedicarle la calle a una persona es mirar si anteriormente era un camino, si era un agro, si había una fuente, buscar esas reliquias, porque una vez que las recuperas eso, la gente puede adquirir un conocimiento histórico de él que muchos no tenemos.

Octavio Daparte - Vecino de Lalín

"Se debería poner el nombre de personas reconocidas de la zona"

Ángeles Ceán - Vecina de Lalín

"Cambiar el nombre podría entorpecer a la gente que viene a Lalín"

Isabel López - Trabajadora de Correos

"Deben quitarse las letras y ponerse nombres operativos no muy largos"

Marta Fernández - Encargada de un negocio en la calle D

"Las letras dan lugar a la confusión y perjudica a los negocios"

Jacobo González - Vecino de Lalín

"Yo pondría el nombre de las parroquias a las calles del casco urbano"

Noelia González - Vecina de Lalín

"Hacen falta más mujeres, el 90% son nombres de hombres"

Alba vázquez - Vecina de Lalín

"Con el tiempo la gente podría acostumbrarse al nuevo nombre"

Celso Fernández - Vecino de Lalín

"Debería prevalecer el nombre que se daba antes al lugar"