Si en el último año la plantilla del Parque Intercomarcal de Bomberos con sede en Silleda se centró en demandar un convenio colectivo y su funcionarización (los trabajadores pertenecen a personal laboral fijo), la batalla ahora ha dado un giro, debido a las últimas noticias del Consorcio que regula este servicio y en el que se integran los concellos de Deza y Tabeirós, la Xunta y la Diputación. La plantilla acaba de conocer que se pretende crear una plaza de sargento, que debe negociarse y cuyo turno de trabajo será de 8 horas al día, sin hacer tardes ni fines de semana.

Esta propuesta solo hace empeorar la calidad del servicio, como indicaron ayer el representante de Comisións Obreiras, José Luis Pedrosa, así como los representantes de los trabajadores, Santi Castro y Alberto Cea. A día de hoy, hay una plantilla de 20 personas, pero en realidad cubren alertas 17, puesto que los tres restantes son el puesto de gerente-jefe del servicio, Juan José Muñoz, el aún jefe accidental, Francisco Javier Valiño, y el encargado de mantenimiento. Por eso, la plantilla cree que es más necesario crear cinco plazas de cabos, para garantizar la cobertura de un servicio en el que, además, sus efectivos tienen una media de edad de 49 años y hace 9 que no se crea una plaza.

"Sería adecuado que hubiese un cabo responsable de cada grupo", señala Pedrosa, puesto que el nombramiento de un sargento "no va a resolver los problemas de funcionamiento". Los bomberos, cuya plantilla acudió, prácticamente en su totalidad, al encuentro ayer en la sede de Comisións Obreiras, recalcan que no están pidiendo una mejora económica (cobran 1.186 euros al mes), sino una optimización del servicio. Hasta finales del año pasado, se organizaban en cinco turnos, y sólo dos de ellos contaban con cuatro efectivos, que es la proporción ideal ya que ante emergencias como un incendio es conveniente que los bomberos trabajen de dos en dos. Los tres turnos restantes contaban con sólo tres agentes. Pues bien, desde que arrancó este año hay seis turnos, todos ellos con sólo tres bomberos, que tienen que arreglárselas como pueden cuando hay que transportar más de un vehículo.

Esta situación motivo que se presentase una demanda de conflicto colectivo, ya que el cambio de los grupos no siguió, según Pedrosa, los trámites que marca el estatuto de los trabajadores: una negociación con el delegado de personal durante 15 días para intentar llegar a un acuerdo. En vez de esto, "lo que se hizo fue colocar en el tablón de anuncios el 27 de diciembre los nuevos turnos, incluidas las vacaciones, y sin comentar nada", apostilla Pedrosa, que carga contra Muñoz adelantando que "no vamos a permitir que se incorpore como si fuese el sheriff del pueblo y haciendo lo que le da la gana". Añade que tan pronto se celebre el juicio sobre esa modificación de turnos "se conocerá la sentencia". Pedrosa quiso hacer hincapié en que el servicio que presta el Consorcio de Deza y Tabeirós-Montes se apoya, sobre todo, "en la buena disposición de la plantilla, escasamente dotada". Ya en 2008, la ratio de bomberos estaba muy por debajo de lo que recomendaba la UE, que proponía 75 efectivos (uno por cada 1.000 vecinos).