Lalín fue uno de los concellos, no solo de la comarca sino de Galicia, que más se resintió del pinchado de la burbuja inmobiliaria. Los años en los que cada mes se tramitaban un puñado de licencias de obra dejaron paso a una actividad mucho más escasa. Un buen ejemplo para comprobar el ritmo de vértigo de la construcción en Lalín, aunque luego traería unas consecuencias ya conocidas, se constata con el casi millón de euros que ingresó el Concello durante 2007, cuando ya la crisis asomaba y muchas de las promociones inmobiliarias ya se habían levantado tiempo atrás. El ICIO reportó entonces a los seis municipios dezanos más de 1,6 millones de euros. Silleda, en los últimos tres años con unos niveles de ingresos bastante bajos, llegó a sumar medio millón largo. Mientras, en Vila de Cruces, la cuantía fue de 42.324 euros, Rodeiro casi 14.000, Agolada (33.791) y 8.248 Dozón.