El método de estimulación cerebral BarruMat -patentado hace poco más de medio año por dos estradenses- se ha activado en dos residencias de mayores de Santiago de Compostela en el marco del programa de Lecer Activo 2017 que la Dirección Xeral de Maiores e Persoas con Discapacidade de la Xunta de Galicia organiza en sus centros de atención a mayores y discapacitados. La reflexóloga Mari Carmen Matalobos y el músico Carlos Barruso acuden cada semana a las residencias A Volta do Castro y A Porta do Camiño para ejercitar las neuronas de los residentes, ofertándoles así ocio activo con el que se pretende actuar sobre el cuerpo calloso, la parte del cerebro que une los dos hemiferios cerebrales -el izquierdo y el derecho- bajo la pretensión de "activar y potenciar todas las funciones" cerebrales, "tanto motoras como sensoriales".

En A Volta do Castro -donde se implantó en septiembre- ya suman dos grupos de una veintena de personas dependientes, uno de ellos de movilidad muy reducida. En A Porta do Camiño las clases arrancaron a mediados del pasado mes de octubre con otra veintena de usuarios. Con todos ellos realizan cada semana sesiones de ejercicio para las neuronas que los participantes realizan sentados, dadas sus limitaciones físicas, que obligan a muchos de ellos a acudir a clase en silla de ruedas. El objetivo es potenciar las zonas cerebrales que estos mayores no tienen dañadas y frenar el avance del deterioro en las que ya tienen parcialmente dañadas.

Es "una experiencia muy bonita", explica Matalobos, convencida de que en este tiempo también ella y Barruso han aprendido mucho. "Ver su espíritu de superación nos enseña a no tirar la toalla", señala en relación con los mayores que participan en sus clases Le enorgullece "verlos trabajar" e ilusionarse con cada progreso. Ver cómo consiguen sus objetivos -de coordinación, por ejemplo- y cómo lo celebran es muy satisfactorio. "Solo por eso ya mereció la pena", apunta.

Y es que, según explicaba hace meses a FARO, BarruMat es un método de fusión de terapias usadas con éxito en los países nórdicos que esta reflexóloga, osteópata y quiromasajista estradense -muy valorada por sus clientes- llevaba madurando desde hace años. Sin prisa pero sin pausa fue ideando ejercicios en el poco tiempo que le deja libre su apretada agenda de los últimos 22 años en A Estrada, en la que se conjugan sesiones de reflexología facial, podal y de la mano; terapia temprana para niños; y reflexología. Matalobos -propietaria del Centro Terapéutico Alameda, junto a Pili Gorís- se formó en reflexología en Barcelona hace ya más de 30 años. Pese a su abultada lista de espera, nunca dejó de formarse. Sigue con especial atención las últimas novedades en reflexología y osteopatía. Forma parte de un equipo de investigación de reflexología y se especializó en reflexoterapia, completando su formación con osteopatía, masaje deportivo, masaje terapéutico y kinesiología. Por su consulta pasan a diario desde bebés con malestar por gases -a cuyos padres les enseña cómo aliviarlos a base de masajes- hasta niños a los que realiza terapia de reflexología para eliminar bloqueos generados durante el embarazo por la ansiedad de la madre o en el canal del parto. También trabaja a diario con niños , desde los que no tienen diagnosticado ningún trastorno hasta los aquejados por parálisis cerebral, TDAH o hiperactividad, a los que trata de desbloquear para que crezcan emocionalmente equilibrados tocando las terminaciones nerviosas de su cuerpo. Los mayores son otra de sus preocupaciones.

Conjuntamente con Barruso, ideó ejercicios de coordinación, ritmo musical y luces en movimiento con respiración consciente, centrándose en la estimulación cerebral para potenciar las funciones sensoriales y motoras trabajando la lateralidad y la coordinación mediante el uso de estímulos táctiles, auditivos y visuales. Definieron más de 200 ejercicios y, tras testar el método en Bertamiráns y Noia, lo patentaron y lo presentaron en localidades como A Estrada y Cerdedo. En la villa estradense ya lo están llevando a cabo con dos grupos y proyectan conformar próximamente otros dos, uno de ellos para personas con movilidad reducida.

Con este tipo de usuarios, como los que tienen en las residencias de Santiago los progresos son especialmente evidentes en poco tiempo, indica Barruso. Para él, "ver sus caras de alegría es lo más gratificante". Hacen los ejercicios cada vez mejor", asegura.

Las clases comienzan siempre "trabajando a nivel motor", relata Mari Carmen Matalobos. Empiezan con ejercicios de coordinación y lateralidad, conducidos al ritmo de la música. Uno de ellos ejerce de guía y el otro corrige a los usuarios para que efectúen los ejercicios correctamente. En esta primera parte se trabajan el desarrollo neuromotor, la lateralidad oculomanual, la motricidad gruesa y fina y los movimientos coordinados. En este último caso, el objetivo es potenciar el equilibrio, luchando contra el vértigo que sufren tantos usuarios.

Luego llega la parte sensorial. Apagan las luces y trabajan con colores, aprovechando los efectos que colores tan vivos como el rojo o el verde producen en el cerebro tras ser captados por la retina. Buscan potenciar así la creatividad, la serenidad y la atención. Conjugando colores y movimientos llevan a cabo juegos de atención que trabajan "a nivel óculomotor". Trabajan así la visión periférica y tratan de "potenciar la concentración, la creatividad y la estimulación óculomanual" para favorecer "la memoria auditiva y visual, el control del lenguaje, el autocontrol, el equilibrio y la atención".

Como complemento de todo ello, el programa incluye una parte de "relajación y respiración consciente". Es precisamente en este punto donde entra en juego la música en vivo del saxo de Carlos Barruso. Este es un prestigioso músico, docente de la reconocida escuela Estudio y director musical de varias agrupaciones artísticas y musicales además de arreglista, habitaul en los festivales de jazz además de saxofonista y "alma mater" del Carlos Barruso Quinteto, que en su día participó en el aplaudido programa Jazz entre amigos de Televisión Española (TVE).

Para las sesiones del método BarruMat, Barruso selecciona música relajante que logra que los usuariosse concentren en el sonido y lo que está expresando. Esa música combinada con luces incide en "los procesos sensoriales y emocionales", con el objetivo de despertar áreas cerebrales "que están un poco dormidas". Tocar en directo, apunta, "no es lo mismo que escuchar un disco". La música en vivo "causa sorpresa" y los usuarios le prestan "mucha más atención". De ahí que los resultados sean "mucho más rápidos y mejores", contribuyendo a potenciar diversas áreas cerebrales. "El saxo en vivo potencia la concentración", apunta. Es un medio para lograr un fin: los beneficios del método BarruMat que la Consellería de Política Social pretende ofertar a sus residentes mayores a través del programa Lecer Activo.

Este incorpora, según la Xunta, "acciones que ayudan a mantener un adecuado nivel de bienestar personal y social en términos físicos, emocionales y psicosociales" para que los residentes puedan "seguir formando parte de la sociedad de una forma activa, con independencia de que estén ingresados en un centro residencial"..