Lleva dos décadas ofreciendo una completa obra que transita en esos territorios híbridos que existen entre la abstracción y la figuración. Álvaro Negro (Lalín, 1973) expone desde ayer una completa retrospectiva en los salones del CGAC compostelano aprovechando las innumerables posibilidades que ofrece el emblemático edificio planeado por el portugués Siza. La exposición Y, que está comisariada por David Barro, exdirector de la Fundación Luis Seoane de A Coruña, es "un proyecto que se inserta dentro de un programa de artistas de media carrera que se inició como una colaboración que se planteó cuando Barro dirigía la fundación", recordó ayer Santiago Olmo, responsable del CGAC, durante la inauguración de la exposición.

Negro expone en Compostela en un lugar muy especial para el artista dezano. "El CGAC no es un espacio cualquiera para nosotros, y tengo que decir que desde siempre soy un apasionado de Siza", señaló el creador lalinense, que apostilló "es un sueño anhelado por el cariño que le tengo a este edificio". En este sentido, Álvaro Negro valoró positivamente las infinitas posibilidades del edificio que, como todos los de Siza, "son realmente urbanísticos, creando calles internas y externas. Además, los lucernarios y los muros crean ciertos ritmos y una climatología de la exposición". De esta forma, para Negro la muestra inaugurada ayer tiene un punto de partida inicial "pausado hasta llegar a una perspectiva final que te devuelve al exterior del museo".

Negro aprovechó su retrospectiva compostelana para reivindicar "la temporalidad del cuadro y del acto perceptivo. Juego a confiar en el espectador, y que la obra pictórica adquiera cierta temporalidad". El artista de Lalín recordó que "abstracción y figuración son categorías históricas, pero tienen sus límites, aunque pienso que es necesaria esa clasificación. Todos los estilos son posibles. Cuando lo ves en conjunto te das cuenta de que son lecturas desde la contemporaneidad y desde una asunción postmoderna. No hay verdades absolutas".

Por último, David Barro insistió en recalcar que "el CGAC es el lugar donde creció nuestra generación", y subrayó que "Lalín es una tierra de artistas como Lamazares o Laxeiro, y Negro pertenece a la primera generación de artistas de la escuela de Pontevedra". El comisario de la exposición incidió en la trayectoria de Negro diciendo que "empezó trabajando el borde del cuadro haciendo que el contexto pase a formar parte del contenido porque es un artista que llega a los temas por investigación y no por tendencia". El comisario de la exposición destacó que "no se trata de una retrospectiva al uso porque algunas series muy importantes quedaron fuera por su concepción" y valoró su vocación de "desplegar la obra en la pared".