El pabellón del colegio Figueiroa acogió en la tarde de ayer la fiesta de fin de curso organizada por la ANPA Picariños para los 275 niños de las familias asociadas. Se inscribieron 150 pero la ANPA tiró la casa por la ventana. Contó con cuatro vistosos hinchables de la firma Tiko Doco, que también ambientó musicalmente la fiesta con los temas más bailables y conocidos del momento.

Asimismo, sus monitores organizaron divertidos juegos y llevaron a cabo el preceptivo pintacaras, estampando en los rostros de los niños divertidos y originales motivos. Por su parte, la ANPA sirvió la merienda a los niños, con comida aportada por las propias familias.

El presidente de la ANPA, Jose Garrido, explicó que la fiesta de fin de curso busca incentivar la pertenencia de las familias a la ANPA. En los últimos años el número de asociados no ha hecho más que crecer, en parte por los servicios complementarios y de conciliación que ofrece a las familias, como el servicio de comedor que usan un centenar de niños. En los últimos 5 años, la ANPA pasó de tener menos de 200 niños a los 275 actuales.

La fiesta de ayer fue la despedida del curso pero también el preámbulo de todo un verano de diversión como premio por el trabajo de todo el año.