El ladrillo asumido por muchas entidades bancarias fue una losa demasiado pesada para su equilibrio financiero y por eso el Estado decidió activar la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), entidad conocida comúnmente como banco malo. Parte de los activos de las entidades crediticias se descargaron en esta institución, que se encarga ahora de comercializarlos. Pero al mismo tiempo los bancos pusieron en marcha sus propias inmobiliarias para tratar de desprenderse de todo tipo de bienes que tenían en sus manos. Este es, también, el caso del Banco Popular, que a través de la sociedad Aliseda, gestionó la venta de sus propiedades. La compra de esta entidad financiera por el Banco Santander también tiene su incidencia en las comarcas, una vez que el banco cántabro hereda en Deza y Tabeirós unos 58 bienes valorados en más de 10 millones de euros.
Echando un vistazo a la oferta de la inmobiliaria del Popular, figura un registro de cerca de una treintena de pisos, viviendas unifamiliares o chalés, una veintena de locales comerciales, otra treintena de plazas de garaje o terrenos y hasta tres naves industriales a la venta. Solo en Lalín el Santander hereda ladrillo repartido en 13 viviendas en distintas calles del núcleo urbano y en parroquias como Goiás o Catasós, por más de un millón de euros. El valor de los inmuebles puestos a la venta oscila entre los 239.000 euros de un chalé en la periferia hasta los 48.000 euros de un piso en la Avenida Bos Aires. En Silleda las propiedades residenciales suman más de 700.000 euros, con pisos o chalés que se comercializaban a partir de 59.700 euros y hasta los casi 200.000. En A Estrada constan al menos tres hogares cuyo valor, en todos los casos, rebasa los 67.000 euros. En Vila de Cruces la inmobiliaria Aliseda tiene a la venta una casa por 327.000 euros y en Cerdedo tres más por un valor conjunto de más de medio millón.
Entre la veintena de locales comerciales destacan los 14 de Lalín que suman casi 3 millones o tres en Silleda por más de 400.000 euros. También hay inmuebles en A Estrada y Vila de Cruces. Por el peso que suponen en la tasación económica sobre el total de la herencia que asume el Santander en esta operación destacan las dos naves industriales en Lalín y al menos otra en Silleda, cuya última oferta rondaba en total casi los 3 millones de euros. Además, el Popular disponía en las comarcas de una treintena de plazas de garaje o de terrenos para comercializar. Casi una veintena corresponden al término municipal silledense, por valor de 420.000 euros, mientras que los restantes casi a partes iguales están distribuidos entre Lalín y A Estrada.
