Una vez que los electores dieron el visto bueno al traslado del consistorio de Silleda a las dependencias de la actual Casa da Cultura, el ejecutivo socialista ya comenzó ayer con los primero trámites para materializar este cambio, que permitirá unificar en un mismo inmueble todos los servicios municipales. En la actualidad, en la casa consistorial de la rúa Trasdeza trabajan 20 personas, mientras que otras 18 atienden al público en unas oficinas de la calle Alfonso Trabazo, y las siete restantes en el antiguo centro de salud (el centro social).

El alcalde, Manuel Cuiña, indica que el primer paso será encargar un proyecto que diseñe el nuevo consistorio y, una vez rematado este, se ejecutarían las obras. En este sentido, el PSOE ya adelantó hace meses que, de ganar el sí en el referéndum, sería preciso ampliar la actual Casa da Cultura, para dar cabida a todos los servicios. Una de las posibilidades que veía Cuiña era construir un segundo piso en donde se ubica la biblioteca.

Falta por determinar qué proceso se seguirá para encargar el proyecto que, en todo caso, será el que concrete a cuánto ascenderá la inversión económica. En su momento, los arquitectos municipales elaboraron un estudio inicial sobre este traslado que, según insiste el portavoz del BNG, Matías Rodríguez da Torre, cifraría la mudanza en un gasto de entre 500.000 y un millón de euros. En cualquier caso, desde el ejecutivo se indica en el boletín municipal que la inversión a realizar siempre será inferior a la que supondría construir un consistorio nuevo. Una vez elaborado dicho plan, se comenzarían las obras.

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Cuiña prefiere no dar plazos concretos, ya que recuerda que el traslado "no va a ser inmediato, dado que no apostamos por un proyecto para hacer de la noche a la mañana, esto no es un cambio por el cambio, sino una apuesta para mejorar de manera sustancial la vida de nuestros vecinos". Y es que la actual Casa da Cultura tiene ciertas ventajas frente al consistorio actual: dispone de ascensor y acceso desde dos calles, además de una ubicación más céntrica y más posibilidades para aparcar.

En cuanto al destino del consistorio actual, el regidor señala que cuando se materialice el traslado "estarán perfectamente definidos sus usos". Desde el gobierno de Cuiña se indicó en su momento las muchas posibilidades que tenía de reconvertirse en Casa de Cultura, una alternativa que desató las críticas, sobre todo, del PP, ya que este partido entiende que si el consistorio tiene cierta peligrosidad por ubicarse en una curva, este riesgo será el mismo si pasa a ser la Casa de Cultura. A ello Cuiña replicó que la afluencia a la Casa da Cultura es muy inferior a la del concello. En todo caso, el primer edil también quiso dejar claro que el concello actual, construido en torno al año 1870 siempre será emblemático y tendrá una dedicación especial.

El regidor también quiere hacer una valoración de los resultados con los que se saldó la que era la primera consulta popular oficial de Galicia en la historia de la democracia. Asegura que la celebración de dicho referéndum "fue una decisión acertada ya que sabíamos que había debate, y quisimos que los vecinos opinaran". Explica que con este resultado a favor del sí (con 1.056 apoyos, frente a 1.004 noes), "comienza una nueva página del proceso para cumplir con el mandato que nos dieron los ciudadanos, igual que al día siguiente de las elecciones municipales nos pusimos a trabajar para la celebración del referéndum".

El PP y las opciones del "no"

Desde el principal partido de la oposición se indica que, si se suman los 1.004 votos mencionados en contra y los 88 en blanco, resulta que están 36 puntos por encima de las papeletas a favor. El PP considera que los votos en blanco simbolizan hasta qué punto los vecinos carecían de información (sobre todo económica) sobre el traslado de las dependencias consistoriales. Pone, como ejemplo, los 66 votos en blanco que hubo durante los comicios locales de 2015, una cifra no muy elevada ya que por entonces la participación del electorado fue de un 74%, mientras que en la consulta del domingo se quedó en un 27,4.

Manuel Cuiña | Alcalde de Silleda

"Nos hubiese gustado más afluencia"

Manuel Cuiña emitió ayer a través de una nota de prensa su valoración sobre los resultados de la consulta del domingo. El regidor manifiesta su satisfacción por el desarrollo de la jornada -no se constató ningún tipo de incidencia-, pero matiza que le hubiese gustado "que la participación fuese mayor".

Añade algo que ya comentó en las semanas previas al referéndum: Que, al margen de los resultados, prefería que hubiese una alta afluencia a las urnas. De hecho, Cuiña siempre replicó a sus rivales políticos que tanto el boletín municipal como la carta que se envió a los hogares informando del referéndum no tenían un tinte claramente posicionado favor del sí, sino que se limitaban a informar y a animar a los mayores de 18 años a tomar parte activa en la decisión sobre la conveniencia o no del traslado. De todos modos, apunta que el porcentaje de votantes que acudió a las urnas "rozó el 30%, superando otras consultas populares celebradas en Galicia, aunque esta fue la primera oficial con autorización del Estado". Explica que desde el gobierno que encabeza "sabíamos de antemano que no iba a participar tanta gente como en unos comicios electorales". Si la participación afectó a poco más de la cuarta parte del censo, ello no fue por falta de publicidad desde el gobierno local: En las reuniones parroquiales se informó a los vecinos de un proyecto recogido en el programa electoral del PSOE.

José Luis Espiño Espantoso | Portavoz del PP

"El traslado es un error histórico de difícil reparación"

De los tres portavoces políticos, el popular José Luis Espiño fue el más madrugador. Acudió a la mesa de Lamela en torno a las 9.30 horas. Preguntado sobre el resultado electoral, tiene claro que fue "un fracaso, tanto por la participación, como por la diferencia minúscula que cosechó el sí". Matiza que a todos los electores, fuese cual fuese su voto, les faltó información, algo en lo que tanto el PP como el Bloque insistieron en los plenos previos al referéndum ya desde marzo. Esos 52 votos con los que el sí al traslado se impuso al no es una diferencia que "de ser Cuiña, pensaría si este resultado es legítimo para acometer el traslado". Invita al regidor a replantearse la propuesta, "que ya parecía tomada desde el principio".

Desde el PP su portavoz ya señalaba, recién conocidos los resultados -y ayer volvió a hacer hincapié en un comunicado- la clara postura en contra del traslado que manifestaron los votantes del casco urbano. En total, en las dos mesas de Silleda hubo 468 noes frente a 373 síes, así como 45 papeletas en blanco. Este rechazo frontal al traslado del concello por parte de las dos mesas con el censo electoral más alto es, también, un aspecto a tener en cuenta a la hora de materializar esa mudanza.

Los populares están convencidos de que la consulta que se llevó a cabo "estaba absolutamente viciada y manipulada" desde el grupo de gobierno, tanto por la falta de información acerca del coste del traslado como por el procedimiento en sí, ya que era el propio alcalde quien resolvía las reclamaciones (el PP presentó una, que quedó desestimada) contra sus "actuaciones irregulares". Espiño indica también que se usaron medios del propio gobierno para hacer propaganda a favor del sí al traslado, un punto que el PSOE ya replicó asegurando que esa campaña se llevó a cabo desde el partido, no desde el gobierno, y que los demás partidos políticos así como colectivos también podían hacer campaña a favor de la decisión que considerasen más oportuna.

José Luis Espiño y sus compañeros de partido concluyen que con este referéndum "el alcalde ya tuvo su minuto de gloria y ya consiguió salir en la televisión. Esperemos que por fin le aclare a los vecinos cuánto va a costar el traslado, qué va a pasar con la Casa da Cultura y con el auditorio municipal", que se ubica precisamente en dicho inmueble. Desde el Partido Popular no se da la lucha por perdida y se insiste en conocer los verdaderos intereses del traslado, que califican de "un error histórico y de muy difícil recuperación".

Matías Rodríguez da Torre | Portavoz del BNG

"La mayor parte de los electores votó a ciegas"

"Casi le sale el tiro por la culata". Así de claro se explica el portavoz del Bloque de Silleda, Matías Rodríguez da Torre, en referencia a Manuel Cuiña y al PSOE al examinar los resultados tan ajustados del referéndum. Da Torre ya había vaticinado en pleno y en conversaciones informales que la participación en la consulta del domingo rondaría el 20%. Al final llegó al 27,4 "de modo que superó mis expectativas, pero aún así creo que el alcalde no está muy satisfecho", exclama. Da Torre, que coincide con Espiño en enfatizar el rechazo del casco urbano de Silleda y la falta de información sobre el coste del traslado, apunta que el resultado y la afluencia a las urnas demuestran que "Cuiña no escucha lo que dice la gente que vive enfrente de él", y añade que, si desde el gobierno sí se dijese de una vez cuánto va a valer el traslado, "los vecinos se posicionarían". Así que, sin esa información, "la mayor parte de los electores votó a ciegas".

Da Torre emitió su voto en blanco. Así lo hizo saber en las redes sociales y también en el pleno de finales de mayo. Apunta que maneja más información sobre el traslado que el resto de los votantes (de hecho, fue quien difundió que el coste puede estar entre los 500.000 euros y el millón). Para él, esta consulta no es otra cosa que algo mediático y manipulado desde la Alcaldía. Cree que Manuel Cuiña "montó un referéndum porque no tenía el valor político hacer el cambio, y no era capaz de explicar cuál era la necesidad" de mover las oficinas para la Casa da Cultura. Reprocha que, al no ser capaz de llevar esta decisión a pleno, ahora Cuiña "tiene que negociar con un resultado muy ajustado".

La jornada electoral, por así llamarla, del domingo, tuvo un coste para las arcas municipales de 7.535 euros, entre el pleno extraordinario de organización, el pago a los 34 funcionarios que optaron por cobrar 180 euros en lugar de tener tres días libres, los 490 de papeletas y los 425 de sobres. En este sentido, el líder del BNG señala que cuando formó parte del gobierno local bipartito y su partido se encargaba del área de Participación Cidadá, se organizaron consultas populares, en concreto 25, para escoger los miembros de los consejos parroquiales. Estas consultas no tuvieron ningún coste económico para el Concello "y sin inducir al voto, como se hizo ahora". Tras la salida del Bloque del gobierno de coalición, el ejecutivo socialista anuló todos los resultados "porque no estaba de acuerdo con que la gente escogiese libremente", recuerda.