Carlos Carballude se proclamó a última hora de ayer campeón de la tercera edición del Open de Pesca a Mosca Concello da Estrada, disputada durante todo el día de ayer en el coto de pesca del Liñares, en el término municipal de A Estrada. El vencedor absoluto se impuso al lograr capturar 21 piezas que tuvieron la fortuna de que la competición se lleve a cabo en la modalidad de sin muerte. Tras ser apresadas, fueron devueltas al río.

Por detrás de Carballude se clasificó en segunda posición Isaac Montilla, de Merza, que logró 18 piezas. Idéntico número obtuvo el campeón del mundo David Arcay, al que se le resiste el primer puesto del Open de Pesca a Mosca Concello de A Estrada. Y es que cabe señalar que el pasado año se clasificó en segunda posición. En esta edición quedó relegado a la tercera.

Pero no solo a estos tres primeros clasificados les correspondió un trofeo. También lo logró el silledense Miguel Montoto, por alcanzar el mayor número de piezas.

El nivel de los participantes en el certamen era elevado. No solo por el campeón del mundo David Arcay. También por que entre los participantes en el open había cinco integrantes de la selección gallega de pesca a mosca, que fue quinta en el campeonato nacional celebrado en el río Piloño de Asturias. Y uno de estos deportistas fue precisamente Miguel Montoto. Otro de los integrantes de la selección gallega que se dio cita ayer en el río fue el estradense Juan Moimenta. Asimismo, también competía Fernando Lorenzo, el ganador del open del pasado año.

Todos ellos midieron sus fuerzas con otros deportitas procedentes de Brión y Bertamiráns como Jesús Bolaño o José Manuel Socastro; de Padrón; del Club La Torre de Ferrol; y varios deportistas del Club de Pesca Deportiva Río Deza de Lalín y del Club Gallaecia de Pesca a Mosca de A Estrada.

Todos ellos compartieron ayer almuerzo, comida y cena en el restaurante Río Liñares. A primera hora se efectuó el sorteo que les emparejó, de modo que de dos en dos se acercaron al río para las cuatro mangas: dos de mañana y dos de tarde. A uno de los pescadores le correspondía pescar en la primera manga matutina y al otro controlar. Y en la segunda, justo al revés. De idéntica manera debían actuar en las dos mangas de tarde.

Los cerca de 8 kilómetros del río Liñares donde se desarrolló la prueba -entre O Viso y cerca de la desembocadura de Ximonde- se dividió en doce tramos. El día fue propicio para la pesca. Había sol pero el río había ganado caudal con las lluvias de los últimos días. Hubo más capturas por la mañana que por la tarde.