La corporación de Dozón celebró ayer el pleno que había quedado aplazado a finales de abril por los problemas de agenda del secretario de Cea, Santiago Mansilla, que se encarga de asistir a los plenos de Dozón hasta que el municipio disponga de un funcionario titular (para otras cuestiones dispone de una secretaria accidental, un cargo que ocupa otra funcionaria local). El orden del día llevaba como punto principal la desafectación de la vivienda del conserje del colegio Pío Cabanillas, para poder reconvertir el inmueble en un guardería. Esta medida permite que un bien considerado como de dominio público pase a ser un bien patrimonial de la administración, que de este modo puede enajenarlo

Según explicó el alcalde, Adolfo Campos, horas antes de la sesión, la guardería será de gestión municipal y dispondrá de entre seis y ocho plazas. Las previsiones del gobierno local calculan que pueda estar lista para empezar a funcionar ya durante el curso que viene, "dado que la vivienda no precisa de una gran reforma, está vacía y muy bien situada", ya que se ubica en las proximidades del colegio, y al pie de la N-525. Para materializar esta desafectación, al conserje se le concedió, de forma previa, el uso de una de las antiguas viviendas de los maestros, que a su vez están desafectadas desde el año 2007.

Aunque Dozón no se encuentra, ni mucho menos, ante un boom de nacimientos (al igual que los demás municipios de la comarca), con esta medida el gobierno local quiere contribuir a la conciliación de las familias cuyos hijos todavía no están en edad escolar. En el presente curso, el CEIP cuenta con 27 alumnos, un volumen similar al que presentan otros colegios rurales como el de Piloño o el de Merza (ambos en Vila de Cruces).

Tras la votación a favor de la desafectación, se cursará autorización a la Consellería de Educación para poder disponer de forma efectiva del inmueble y convertirlo en una guardería. El pleno de ayer se completó con resoluciones de la Alcaldía, mociones de la oposición y ruegos y preguntas.