De la emoción al ver al cura que sentían como suyo y que creían que se iba a otras parroquias de A Estrada obligado por una decisión de sus superiores, los vecinos de Cereixo y de Vinseiro pasaron a las caras largas y a la "decepción" que sintieron al constatar, a través de sus propias palabras, que José Gilberto B.M. participó en la decisión de su traslado, que fue consensuada. De haberlo sabido, apuntaban los representantes vecinales tras escucharle, los feligreses no se habrían movilizado ni mucho menos recogido firmas para intentar que la Vicaría Territorial de Santiago aceptase que no se fuese. Simplemente, habrían acogido "con los brazos abiertos", como piensan hacer hoy martes, a su nuevo párroco, el actual cura de Codeseda, Rubén Diéguez. Si el viernes los vecinos, emocionados, le pedían -incluso con cánticos- que no se fuesen, por su boca en la tarde del lunes supieron que el arcipreste de Tabeirós, José Antonio Ortigueira, había proporcionado información precisa a uno de los representantes vecinales al indicarle que la reestructuración pastoral impulsada en el arciprestazgo iba orientada a cubrir parroquias sitas en el rural de A Estrada que dejó desatendidas la indisposición de un joven sacerdote y que el acuerdo de redistribución de todas las parroquias de la zona al que llegaron los diferentes curas se hizo teniendo en cuenta el trazado de las principales "vías de comunicación" que las vertebran a fin de optimizar los recursos y evitarle a los párrocos kilómetros y pérdidas de tiempo innecesarios.

En ese reparto, a Diéguez le tocaron las parroquias que circundan el vial A Estrada-Meavía por Vinseiro. Y a Gilberto B.M. le correspondieron las que limitan con la carretera Liñares-Valboa. Como excepción, ya que reside en Lagartóns, podrá seguir también llevando esta parroquia. En cambio, Cereixo y Vinseiro pasarán a ser atendidas en lo sucesivo por Diéguez, a quien hoy los vecinos esperan para iniciar a las 21.00 horas la primera de las celebraciones litúrgicas de la novena de Santa Rita que hasta el momento no se había celebrado por la movilización vecinal. Los lugareños quieren dejarle claro al nuevo párroco que le reciben de buen grado tras saber que José Gilberto B.M. se va por decisión propia y no obligado. Y se muestran dispuestos a entablar con él una relación de aprecio y cariño como la que tuvieron con su ya expárroco, que inició la semana haciéndose cargo de las nuevas parroquias que le han sido encomendadas.