La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos pide un cambio en la legislación que regula la producción de leche y las relaciones entre los operadores de la cadena láctea, para que no solo se aborde la relación entre los ganaderos y los primeros compradores, sino entre todos los eslabones, para buscar "justicia" en la cadena comercial. UPA apuesta por la existencia de organizaciones de productores grandes y potentes que den poder a los ganaderos a la hora de comercializar su leche. Cree, además, que el modelo homologado de compraventa de leche debe implantarse de forma masiva, ya que es el mejor y más justo. El secretario de Ganadería de esta organización, el lalinense Román Santalla, apuesta por que se fomente una "negociación colectiva real", en lugar de un contrato "que se firma bajo coacciones y amenazas por parte de los agentes más poderosos".