Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

O asasinato de Fortes Cota, alcalde pedáneo de Limeres (III)

El Pueblo Gallego emenda a Pancho Varela, poñendo en dúbida o seu rigor informativo, e el esgrime en El País as razóns censuradas

Portada do xornal El País na que se reproduce a protesta de Pancho Varela.

O asunto complícase. O martes 17 de decembro, a redacción del El Pueblo Gallego emprega a páxina 10 para emendarlle a plana a Pancho Varela, poñendo en dúbida o seu rigor informativo. Pancho era correspondente da cabeceira viguesa en Cerdedo dende había once anos. O xornal titula: "Del crimen de Cerdedo. Aclaración necesaria":

"Con respecto a la información publicada en estas columnas del crimen de Cerdedo, queremos hacer una rectificación haciendo honor a la verdad.

En la información que se nos ha transmitido se dice que la Guardia Civil de aquel puesto ha permanecido impasible en la labor de ayudar a la justicia en la búsqueda de los autores del mismo.

Y por noticias que llegan a nosotros y que nos merecen entero crédito, podemos afirmar que la Benemérita de aquel puesto cooperó a los servicios judiciales con la prontitud que es característica en el Cuerpo.

Mucho nos complace hacer pública esta información, mucho más teniendo en cuenta que somos los primeros en rendir justicia a la labor que en los pueblos rurales realiza la Guardia Civil. Conste así para evitar torcidas interpretaciones".

Cando Pancho Varela viu publicada a rectificación, decisión da que non fora probabelmente advertido, decatouse de que alguén influente intervira para devolverlle o creto á Garda Civil de Cerdedo. O proído da honra danada fíxoo reaxir, afanándose na restitución da súa credibilidade. Non adiou darlle forma ao escrito de réplica que, abofé, remitiu por correo á redacción de El Pueblo Gallego, sita na Porta do Sol nº 5 (Vigo). Porén, El Pueblo Gallego, sucumbindo a insondábeis presións, xamais satisfixo o desexo de Pancho, excluíndoo ademais da súa nómina de correspondentes.

O xoves 19 de decembro, El Pueblo Gallego (páx 13) informa que a Garda Civil de Redondela detivera o xitano Ignacio Jiménez Barral, de 18 anos, sospeitoso de participar no crime da Corredoira, "cuyas señas coinciden con las de uno de los cuatro hombres que intervinieron en aquel homicidio". Ignacio Jiménez pertencía ao clan "la familia de Pablo" cuxa caravana estaba acampada en Arcade. A única persoa que puido facilitar a descrición dos sospeitosos foi o devandito Xosé María Lavandeira, posto que, segundo o publicado, cruzárase con eles no camiño unhas horas antes de perpetrarse o crime. Ninguén máis viu os presuntos malfeitores.

O sábado día 21 de decembro, o mesmo xornal (páx. 9) volve sobre a detención de Ignacio Jiménez Barral. El Pueblo Gallego non ten dúbidas, os autores do crime da Corredoira eran xitanos. Ao defunto atribúeselle o oficio de carpinteiro.

Pancho Varela, fiando na palabra das súas testemuñas, non se dá por vencido. O 3 de xaneiro de 1936, o seu retruque atopa por fin cabida na páxina 4 do vespertino pontevedrés El País. Baixo o titular "Carta abierta. Sobre un suceso en Cerdedo", Pancho Varela esgrime as razóns censuradas por El Pueblo Gallego:

"Cerdedo, 30 de diciembre de 1935.

Señor director de EL PAÍS.

Pontevedra

Muy señor mío: A su debido tiempo y como corresponsal que soy de "El Pueblo Gallego", mandé a este periódico una amplia información de un crimen cometido en la comarca, información que fue publicada y días después desmentida por la redacción de dicho diario en la que se refería la actuación de la Guardia Civil de este puesto.

Por honor y dignidad de esta corresponsalía, remití para su inserción al repetido periódico el escrito que acompaño, ratificándome en el extremo que se intentó poner en entredicho por la redacción, quizá llevada de un desmedido celo en la defensa de un Cuerpo cuyo mérito como tal no discuto, aunque sí la conducta de los individuos que a él pertenecen y que llevaron a cabo el servicio de aquel día, escrito que no llegó a publicarse, ignoro las causas, por lo que acudo a su benevolencia con el ruego de que se digne darle cabida en el diario de su digna dirección.

Aprovecho esta ocasión para ofrecerme de usted aftmo. amigo y s. s. q. e. s. m. Francisco Varela Garrido.

Cerdedo, 19 de diciembre de 1935.

Señor redactor-jefe de "El Pueblo Gallego".

Vigo

Muy señor mío. Con gran contrariedad en nuestro celo informativo leemos la noticia que por la redacción de "El Pueblo Gallego" se publicó en el número correspondiente al día 17 del actual, por la que se pretende desmentir de modo categórico y rotundo y en lo que se refiere a la actuación de la Guardia Civil de este puesto de Cerdedo, el reportaje que oportunamente enviamos y fue publicado en estas mismas columnas, sobre el homicidio cometido en el monte de la Corredoira, de los términos de Cotovad, en la persona del infortunado Jesús Fortes Cota, nuestro convecino y querido amigo.

De veras lamentamos que la redacción de este diario haya sido sorprendida de buena fe, llevada sin duda del buen deseo de disculpar a unos individuos pertenecientes a un Cuerpo de tan sólidos prestigios y que nosotros seríamos los primeros en elogiar.

Sentimos por el contrario, en honor a la verdad, y heridos, como es natural, en nuestro amor propio, vernos abligados a seguir sosteniendo la afirmación veracísima que entonces hubimos de hacer con respecto al abandono de la fuerza de este puesto, llamado a prestar el servicio de aquel día que, poco consciente de sus deberes, una vez que se trasladó al inmediato lugar de Limeres, en vez de entregarse activamente a la búsqueda de los autores del crimen, monte adelante, iluminado para más ventaja por la clara luna de aquella deliciosa noche, se metió en la casa de un vecino de aquel lugar, permaneciendo junto al hogar hasta el amanecer del día siguiente, en que partieron al monte donde los vecinos guardaron toda la noche el cadáver. Ignoramos el servicio prestado a partir de la madrugada de aquel día, pero es lo cierto que así dejó la fuerza transcurrir las primeras horas.

Y tanto por defender y volver por los fueros del benemérito instituto de la Guardia Civil como por recoger el clamor unánime de protesta del pueblo es por lo que nosotros hubimos de llamar la atención acerca de la conducta de los guardias que practicaron el servicio.

Al reafirmarnos hoy tenemos tal seguridad en lo que decimos que voluntariamente asumimos toda la responsabilidad que pueda derivarse de una información pública.

En la seguridad de que usted dará cabida en el periódico a las presentes líneas para que queden las cosas en su verdadero lugar, se despide de usted atento s. s. q. e. s. m. Francisco Varela Garrido".

Pancho Varela admite (cecais, con retranca) os "sólidos prestigios" da Garda Civil, porén, non esquecía os dous meses de reclusión padecidos no penal de Pontevedra, consecuencia da súa participación (non probada) na trama subversiva supostamente argallada en Cerdedo a comezos de outubro de 1934. Segundo o sumario da causa (174/34), os revolucionarios cerdedenses planearan o asalto ao cuartel da Garda Civil, aproveitando o traslado da forza a Asturias. De resultas, membros da Benemérita vindos da comandancia de Pontevedra practicaron un rexistro na vivenda de Pancho Varela (entre outros domicilios), incautándose da súa escopeta de caza e da súa biblioteca, cualificada polos axentes de "extremista". Naquel proceso tamén se condenou a prisión (sen probas) a dous veciños de Limeres: Antonio Sueiro Cadavide, o alcalde republicano de Cerdedo, e ao seu fillo, Camilo Sueiro Bouzas. A prensa de esquerdas colixiu un complot para desbancar a Corporación progresista de Cerdedo. Xaora, a dereita local beneficiouse do baleiro de poder suscitado polo axuizamento e posterior encarceramento dos líderes republicanos. O 8 de marzo de 1935, examinaríase a causa e, por falta de probas concluíntes, acabaríase ditando o seu sobresemento.

Probabelmente, Antonio Sueiro Cadavide acudiu, canda outros veciños de Limeres e da contorna, xunta o cadáver de Fortes Cota aquela noite aciaga, mais non en calidade de alcalde, pois estaba inhabilitado a instancias de Bouza Brey, xuíz da Estrada. No ano 35, o Concello de Cerdedo estaba a cargo dunha xestora e, de novo, baixo o control da dereita.

Compartir el artículo

stats