La más que probable procedencia contrabandística de la pistola encontrada en Lalín pone en relieve la vigencia y la resistencia al paso del tiempo del tráfico de armas existente entre España y Portugal a través de la frontera del sur de Galicia. Recientemente, agentes de la Guardia Nacional Republicana (GNR) de Portugal desarrolló operaciones en Boticas, Montalegre, Chaves, Valpaços, Vhinhais y Arcos de Valdevez, todos ellos próximos a la provincia de Ourense, en la que intervinieron escopetas, revólveres, pistolas y abundante munición, entre la que se encuentra la 6,35 milímetros, la misma utilizada por la semiautomática hallada en Lalín. A pesar de los numerosos golpes policiales a este ilegal negocio, lo cierto es que el contrabando de armas entre Portugal y España a través de Galicia se resiste a desaparecer. Según fuentes policiales, el montante de este mercado negro podría oscilar entre los 600.000 y los 700.000 euros, una cifra que está muy alejada de los dos millones de euros que, por ejemplo, se movía en los años setenta y ochenta del siglo pasado. Lo cierto es que sigue siendo fácil adquirir una pistola en la "raia", donde se encuentran a 500 euros la pieza, pero que puede alcanzar los 1.000 euros si se trata de un arma nueva. Los principales compradores son españoles, franceses y los portugueses, siendo de fabricación española la mayoría de las pistolas.