También en la parroquia agoladesa de Ventosa, un coche de la brigada forestal de Forcarei acabó calcinado completamente por la acción de un fuego prescrito que acabó incontrolado. Las llamas, iniciadas por los propios brigadistas, finalmente, se descontrolaron debido a un golpe de viento que cambió su sentido rápidamente. Eran dos los vehículos que estaban en un camino próximo al lugar de la quema; los trabajadores fueron capaces de retirar uno sin que sufriera grandes daños, más allá que la quema de algunas partes plásticas del exterior, pero fue imposible movilizar el otro, que acabó completamente arrasado por las llamas. Las quemas prescritas se realizan con la misión de limpiar el monte y así prevenir luego fuegos incontrolados, si bien esta práctica tiene muchos detractores, incluso entre los propios bomberos forestales.