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Ley de Morosidad

Lalín y Vigo son los concellos gallegos de primera categoría que más rápido abonan sus facturas

Saldan sus deudas con proveedores antes de que comience a contar el plazo de 30 días -Los municipios de las comarcas pagaron el año pasado recibos por 8,3 millones, pero tienen en el cajón otros 2,7 pendientes de liquidar

La interventora de Lalín en un pleno junto al secretario, el regidor y el teniente de alcalde. // Bernabé/J.Lalín

La mayor parte de los concellos de las comarcas cumple estrictamente con la Ley de Morosidad, que obliga a estas administraciones a saldar sus deudas con los proveedores antes de 30 días. Algunos como Lalín, Vila de Cruces, A Estrada y Forcarei incluso pagan antes de que comience a contar este plazo legal, mientras que en el extremo opuesto aparece Dozón, que tarda una media de más de ocho meses en saldar sus compromisos con los proveedores. Esta tendencia se mantiene en los últimos años en los municipios de las comarcas, si bien el balance que acaba de dar a conocer el Ministerio de Hacienda es ya con los datos cerrados del pasado ejercicio. Durante el año pasado -a la espera del balance de Rodeiro- los demás ocho concellos de la zona aprobaron pagos por importe de 8,4 millones de euros, pero al cierre de este curso dejaron todavía en el cajón facturas por algo más de 2,7 millones.

Lalín y A Estrada destacan entre los municipios gallegos de primera categoría como las administraciones más comprometidas con el pago a sus proveedores en tiempo y forma. Así, en el caso de la administración dezana incluso paga las facturas casi 14 días antes de que comience a contar el plazo legal de un mes, lo que lo convierte en el segundo de los grandes ayuntamientos gallegos que mejor paga y solo superado por Vigo, con un período medio de -15,29 días frente a los -13,80 de Lalín. A Estrada paga de media 9,4 días antes del arranque del plazo establecido por el ministerio. Ningún concello de más de 20.000 habitantes de la comunidad autónoma funciona con más premura que Vigo y Lalín a la hora de atender sus obligaciones con los proveedores. Es más, a excepción de Oleiros (A Coruña) los demás sí liquidan los pagos de recibos con el contador de Hacienda puesto en marcha. Si Lalín, Vigo y A Estrada cumplen con sus compromisos con más inmediatez y no dejan iniciar el período de un mes, los demás concellos grandes sí lo hacen y algunos incluso incumplen la normativa y abonan sus facturas fuera de plazo. En la provincia, Vilagarcía de Arousa necesita una media de 28 días para dar conformidad a los pagos con sus proveedores, casi el mismo tiempo que Marín. En Pontevedra se tarda un día, mientras que Ponteareas está ya en 32,67 días y en Redondela el plazo baja hasta las 6 jornadas, una más que Cangas do Morrazo. A Coruña capital abona sus facturas dentro de un promedio de 33,1 días y Santiago lo hace en 24,46. En Ames el período medio de pago es de 24,46 días. En Arteixo (48,4 días), Cambre (35,5), Carballo (2,8), Ferrol (45,4), Narón (35,6), Ribeira (9,7) y Culleredo roza el límite legal y se sitúa en un promedio de 29,8 días. Lugo es claramente el concello de los de mayor entidad que más se retrasa en atender sus acuerdos con sus proveedores, pues el período medio al cierre del pasado ejercicio se situó en 108 días. En Ourense son 15,7.

Si nos ceñimos al funcionamiento de las administraciones locales de Deza y Tabeirós hay que indicar que, siempre sin el balance de Rodeiro pues el ministerio no dispone de datos, Vila de Cruces es tras las dos capitales comarcales el que más se apresura agilizar los pagos a sus proveedores pues lo hace 7,10 días antes del plazo reglamentario de un mes y Forcarei 3,6 jornadas antes también. Silleda despidió el año con un período medio de abono de recibos de 24,6 días, tiempo que Agolada rebaja hasta los 3,9. En Cerdedo una factura no está en los cajones más de 7,3 días. La Mancomunidade Terras de Deza tiene un plazo de 22,7 días. Destaca el caso de Dozón, con un incumplimiento flagrante de la ley, pues el retraso es de 254,6 días.

Durante el año pasado Lalín pagó facturas por casi 2,2 millones y dejó otras pendientes por 884.000 euros. Silleda liquidó pagos por 1,2 millones y mantiene en el cajón recibos por 306.384 euros, que en Vila de Cruces totalizan 16.352 frente a unos pagos de un millón. En Agolada se liquidaron servicios por 335.175 euros y quedan pendientes de abonar 43.206 y Dozón solo satisfizo en un año facturas por 686 euros y tiene otras por 76.315 euros a las que no le hizo frente. Los pagos en A Estrada suman 2,3 millones y los pendientes; 1,1. En Forcarei son 913.640 y 217.378 respectivamente y en Cerdedo, 361.216 y 10.238. La Mancomunidade no tiene recibos pendientes y los pagos totalizan 11.315 euros.

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