La corporación aprobó por unanimidad dos propuestas relacionadas con el ámbito educativo: La declaración de especial interés y utilidad municipal de las obras de ampliación del IES Laxeiro, financiadas por la Consellería de Educación, a fin de bonificarle el 95% del ICIO, y el cambio del sistema de calefacción y las ventanas del colegio de Prado. También hubo acuerdo total para solicitar al Gobierno de España que permita a las entidades locales reinvertir su superávit en 2017.

Crespo reprochó al gobierno la tardanza en conceder la licencia a la Xunta para la reforma del instituto y lo atribuyó al "atasco" del departamento de Urbanismo. "Yo le podría enseñar como se agilizan esos trámites", dijo al teniente de alcalde, Nicolás González Casares. "Si la solicitud nos llegó a mediados de julio, sin técnicos en el departamento, difícilmente se podría haber dado la licencia en verano", replicó el edil socialista, que recordó a su interlocutor que tuvo contratado un asesor urbanístico "supuestamente en fraude de ley durante 17 años; de hecho, lo está reclamando en el juzgado". En cuanto se incorporó el nuevo arquitecto, lo primero que hizo fue "limar los aspectos ilegales" del proyecto con la Xunta, y se otorgó la licencia, hace un mes. Crespo entiende que "hay un aparejador (Antonio Bernárdez) perfectamente capacitado" y lamenta que no se emplease para estas tareas. "Tampoco la consellería tenía tanta prisa, y el centro menos", concluyó Casares.

Lara Rodríguez Peña defendió la moción en la que se solicita a Educación la renovación del "obsoleto" -tiene más de 40 años- sistema de calefacción del CEIP Xoaquín Loriga y de todas las ventanas. "Los radiadores corren peligro de explotar y hay tuberías que no funcionan", reseñó la edil de APAC. María José Senande (PP) respondió, en nombre de la consellería, que "se estudiará para 2017" y aprovechó para recordar el "tirón de orejas" de la ANPA al gobierno local por no hacer "unos arreglos a tiempo".