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Sin un lugar para dejar sus flores

Una emigrante estradense en Argentina asegura que desapareció la lápida de su familia en el cementerio de la parroquia de Guimarei

Nélida Mera, ayer, en el lugar que asegura ocupaba la lápida de su familia. // Bernabé/Adrián Rei

Nélida Mera Paseiro tomó hace 60 años el camino de la emigración. Corría el año 1954. Junto a su marido y a sus dos hijos pequeños hizo la maleta y dejó A Estrada atrás. Cruzó el Atlántico en busca de un futuro mejor. Pero la tierra siempre reclama a los suyos y, afincada en Argentina, Nélida regresó en cuanto pudo al lugar donde tiene sus raíces. Sin embargo, la alegría del reencuentro se vio empañada en esta última ocasión. Una visita al cementerio para depositar flores en memoria de sus seres queridos ha hecho que esta emigrante estradense se aferre hoy de nuevo a su equipaje con los ojos empañados por la tristeza.

Aprovechando su regreso a Galicia, Nélida Mera quiso dejar unas flores ante la tumba de su padre y sus abuelos en el cementerio de la parroquia estradense de Guimarei. Hacía años que no visitaba el camposanto y la sorpresa que se encontró fue mayúscula. Tan grande como el vacío. Y es que aseguran que el lugar en el que se encontraba la lápida que recordaba a sus seres queridos estaba completamente despejado, sin rastro alguno de la piedra que, sobre la tierra, señalaba el punto en el que enterraron varios miembros de la familia Mera.

"Soy una octogenaria y no puedo cargar con esto ni con el dolor que me genera", expresó ayer Nélida a través de su nieto Gustavo. "Quisiera al menos que se sepa y compartir mi indignación", añadió.

El disgusto para esta emigrante estradense fue tan grande como su sorpresa. La familia explica que se pusieron en contacto con vecinos de la zona y con la parroquia para saber qué había sucedido con la lápida. Inciden en que durante estos años ha habido varios párrocos -esta Redacción intentó ponerse ayer en contacto sin éxito con el actual- e indican que lo único que pudieron saber es que hubo reformas en el cementerio hace unos años. Señalan que en el lugar en el que se encontraba la lápida de esta familia existe ahora una suerte de paso hacia la parte posterior del camposanto.

Dicen que nadie les informó de los cambios ni encontraron algún indicio de qué pudo suceder con la losa. "Somos localizables", reconoce el nieto de Nélida, subrayando que tienen familia en la zona, de manera que se les podría haber hecho llegar cualquier información. Afirman que nadie se puso en contacto con ellos.

La última vez que esta estradense pudo dejar flores ante la lápida ahora desaparecida fue hace 15 años. En la tarde de ayer regresó al lugar en el que un día estaba la desaparecida piedra para no marcharse a Argentina sin recordar con este sencillo gesto a sus familiares fallecidos. A sus 85 años regresa al país que la acogió hace más de seis décadas con un sabor amargo, en el que la tristeza y la morriña se combinan con la fuerte desazón que siempre deja la indignación.

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