La Consellería de Economía e Industria completó recientemente la tercera fase de vallado de las viejas minas de San Miguel de Presqueiras, de acuerdo con la petición que previamente le habían trasladado los comuneros. En concreto, según indicaron fuentes vecinales, la administración autonómica procedió a vallar la vieja mina a cielo abierto, que ocupa una superficie de aproximadamente 50 por 50 metros y presenta paredes cortadas en vertical de hasta 4 y 5 metros de altura.

Era lo que pedían los comuneros, a fin de garantizar que nadie se precipita de manera accidental por esos terraplenes, La consellería valló todo el perímetro de la vieja mina a cielo abierto instalando un cierre perimetral de malla metálica y postes de sujección, al objeto de garantizar que ninguna persona ni ningún animal se precipita por esos taludes. Fueron operarios de Tragsa los encargados de completar la actuación en los últimos meses. Esta tercera fase de actuación también conllevó el cierre de una galería, a la que se le colocaron puertas de reja.

Esta última actuación da continuidad a la acometida hace aproximadamente cuatro años, cuando se cerraron varias galerías. Dos años antes, aproximadamente, ya se había procedido al cierre de diversos respiraderos.

Todas estas actuaciones se derivan del inventario de agujeros, galerías y entradas que los lugareños elaboraron para pedirle a la Xunta de Galicia el sellado de todas las minas de Presqueiras abandonadas desde los años 60. Los comuneros consideran que tenerlos abiertos en el monte resulta "muy peligroso" porque, dado que la maleza crece y acaba tapándolos, puede ocurrir que alguien que pase por la zona se precipite y desaparezca sin más, sin que sea posible localizarlo hasta que ya sea demasiado tarde.

De ahí que los comuneros valoren muy positivamente esta nueva fase de vallado de las minas acometidas por Industria. Aun así, las mismas fuentes apuntan que toavía quedan por sellar cavidades radicadas en la zona que los lugareños conocen como A Serra, una zona de más difícil acceso sita en la parte posterior al campo de fútbol, hacia el monte, siendo su lugar más próximo Barro.