El traslado de la parada que estaba la Praza da Torre a la calle Colón continúe sin gustarle a los profesionales, pues aseguran que no les beneficia en ningún aspecto. En general los taxistas muestran su disconformidad con el nuevo emplazamiento, en primer término por la costumbre, pues la gente conocía su antigua localización, más céntrica para ellos, mientras que la nueva les resta visibilidad. Los taxistas creen que los comercios y bares de la zona los beneficiaban, puesto que los clientes los tenían más cerca y a la vista.
Además de este aspecto critican la comodidad, en varias cuestiones. Una de ellas es el desnivel de la calle, que les perjudica no solo cada vez que se enciende y se arranca el vehículo, sino que también a la hora de subir los usuarios, en mayor medida personas mayores, al coche, puesto que las aceras y la cuesta perjudican la maniobra del usuario, según los conductores.
Otro de los problemas que estos profesionales critican es la circulación de la calle, pues según ellos todavía acostumbran algunos conductores particulares a subir desde O Regueiriño por la calle Colón. Cuando está prohibido. De hecho, aseguran que alguna vez estos conductores que circulan de manera errónea, les han llegado a rayar el coche o a propinar algún golpe a los vehículos de los taxistas correctamente estacionados.
Sin embargo, las opiniones son de todo tipo. Por lo general los profesionales se muestran descontentos con el nuevo emplazamiento, tanto es así que algunos taxistas aseguran que intentan no ir por esta nueva parada, prefiriendo en todo caso la de la calle Calzada, antes incluso que la de la estación de autobuses. Alguno que otro no está tan de acuerdo con sus compañeros, y cree que el emplazamiento es mejor para el servicio, pues antes los conductores tenían que lidiar con el mobiliario de bares o incluso con pequeños jugando cerca de los vehículos.
