La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) considera que la medida de reducción temporal de la producción de leche planteada por la UE llega tarde porque el control ya se ha hecho de forma natural y desordenada con el cierre de numerosas explotaciones. Esta medida temporal es voluntaria y no establece un cupo de reducción obligatorio por países en función de su contribución al exceso realizado. De esta manera, "la medida se convierte en una trampa para los países deficitarios como en España que ronda el 30% entre lo que producimos y la cantidad que consumimos", explican desde UPA.

"La Comisión Europea y los países no han tenido el arrojo y la valentía hace unos meses de controlar la producción de manera obligatoria y proporcionada al exceso de producción de cada país", advierte Román Santalla, secretario de Ganadería de UPA. Desde esta agrupación esperan que la otra ayuda destinada a aportar liquidez a las explotaciones, y que tiene que ser implementada próximamente, sea más justa y contribuya a apoyar a las explotaciones que están pasando crisis.