Se lo han pasado en grande. Ha habido tiempo para todo, menos para el aburrimiento. Sin embargo, llega el momento de decir adiós a los días de campamento y pensar en ir preparando la mochila para regresar a la rutina, a la que, a buen seguro, también encontrarán su encanto. Cientos de niños participaron en la comarca de Tabeirós-Terra de Montes a lo largo de julio y agosto en las diferentes propuestas de ocio y deporte ideadas en A Estrada, Forcarei y Cerdedo para animar a los más pequeños los cálidos días de vacaciones.

La jornada de ayer tuvo sabor a despedida. La séptima edición del Campus Deportivo de Verán tocó a su fin, con entrega de diplomas a los participantes. Los asistentes se han esforzado en estos meses para dar los mejor de sí en distintas modalidades deportivas. Han practicado fútbol, bádminton, tenis, baloncesto, artes marciales y otras muchas actividades acuáticas y de tiempo libre. Una veintena de monitores se encargaron de atender a la elevada cantidad de niños que se apuntaron a esta aventura. Si en julio hubo que ampliar las plazas a 200 ante la avalancha de inscritos, en agosto este campus tampoco se quedó vacío. Más de un centenar de campistas apostó por esta iniciativa para la conciliación de la vida laboral y familiar, desarrollada en la Zona Deportiva de la villa.

También en la sede de la firma Coesco tocó despedirse. El campamento urbano también se clausuró ayer, contando con la participación de la edil de Benestar Social, Amalia Goldar. Actividades vinculadas al medio ambiente, idiomas, manualidades, cocina y tiempo libre fueron algunos de los atractivos de este programa, con un horario de 08.00 a 14.00 horas. En este último día del turno de agosto también hubo entrega de diplomas.

El Recreo Cultural dijo estos días adiós al turno de agosto, con la tradicional acampada en las instalaciones incluida, uno de los momentos más esperados por todos los participantes. Y es que, a las distintas propuestas lúdicas y deportivas que se plantean en este campamento cada verano se suma la experiencia de disfrutar de las instalaciones como auténticos campistas, pernoctando todos juntos y haciendo que la diversión se ponga el pijama...para no dormir.