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Jesús Faílde Oro: "Sacaba fotos a todo lo que se me ponía por delante y muchas son de mi aldea de Friufe"

"Recapacité sobre la importancia de que mis humildes imágenes tuviesen el amparo de un organismo oficial"

Faílde, ayer, con su cámara en mano en su casa de A Estrada. // Bernabé/Luismy

El Consello da Cultura Galega cuenta entre sus tesoros con un trozo de la historia de Agolada, gracias al archivo fotográfico que cedió el agoladense Jesús Faílde Oro. Fue militar y fotógrafo de afición y sus instantáneas reviven diversas épocas y costumbres.

-¿Cómo recibió la propuesta de donar su archivo fotográfico al Consello da Cultura Galega?

- En esta decisión tuvo mucho que ver el profesor Manuel Busto, que ya me había publicado en su blog Aquam Latam un centenar largo de fotografías, acompañadas de unos hermosos comentarios sobre las mismas que las resaltaban y gracias a eso recibieron muchos piropos de los lectores del blog, lo que me hicieron recapacitar sobre la conveniencia de que estas humildes fotos tendrían más porvenir con el amparo y protección de un organismo oficial. También fue importante la colaboración del profesor Jaime Varela, que actuó de intermediario ante el Consello da Cultura.

-¿Cuántas fotos contienen dicho archivo?

-El archivo registra 341 fotos presentadas en soporte digital, con su correspondiente nombre y número de orden. Los clichés originales los sigo conservando yo pero a disposición del Consello por si fueran necesarios para mejorar alguna imagen que lo precisara.

-¿Cuáles son las temáticas?

-La temática no la tuve en cuenta cuando fueron hechas las fotos, disparaba a todo lo que se ponía por delante y mi campo de acción era relativamente reducido: mi aldea natal, Friufe, y las parroquias limítrofes, todo dentro del municipio de Agolada y más tarde ampliadas a Pontevedra y A Estrada. Las mallas, las medas, las romerías, la Rapa das Bestas en Sabucedo y sobre todo, la gente y las costumbres de aquella época

-¿Hay alguna imagen que desee destacar por algún motivo en especial?

-Sí, la primera que hice y fue a mis tíos Pancho y Manuel, el primero escribiendo a máquina y el segundo leyendo el periódico en el despacho de su casa en Val de Sangorza, por la fiesta patronal. Era un interior con escasa luz y la máquina carecía de flash. Les rogué que no se movieran durante unos instantes y accioné el disparador manteniéndolo abierto durante el tiempo que consideré adecuado, y el resultado fue perfecto, lo que afianzó mi confianza para seguir experimentando.

- ¿Cuándo surgió su afición por la fotografía?

-Se la debo a mi tío Pancho.Cuando él y su hermano Manuel regresaron de Cuba, a dónde habían emigrado de jóvenes y se establecieron como sastres en la ciudad de Encrucijada. Allí transcurrieron plácidamente sus vidas hasta que Fidel Castro se hizo notar y entonces prefirieron volver definitivamente a su tierra, además de forma apresurada, teniendo que desprenderse de todos los cachivaches de fotografía con los que había ejercido su afición de forma artesana toda la vida. En su lugar trajo una máquina Kodak, moderna según la época, adquirida poco antes en un viaje a Miami. La estrenaron en la fiesta de la Cruz en Brántega, a dónde habíamos acudido toda la familia a comer de campo para celebrar su regreso de América. El resultado fue tan malo que mi tío al ver dañado su prestigio de buen fotógrafo solo pensó en vender la cámara. Yo, que en ese medio tiempo había impresionado un rollo con ella para poner en práctica lo aprendido, con un resultado muy aceptable, me ofrecí para buscarle un comprador y realicé la venta de forma ficticia y acabé quedándome con ella, aunque pronto se descubrió la verdad y procuré aderezarla para que no se sintieran molestos.

-Se puede decir que fue autodidacta. ..

-Sí, quizás por emular al tío Pancho, que también lo era, a quién yo admiraba con toda mi alma por su bondad, experiencia y conocimientos que atesoraba y nunca se cansaba de satisfacer mi insaciable curiosidad. Nos pasábamos tardes enteras en animada conversación sobre los temas más variados.

-¿En aquella época qué significaba tener una cámara?

-Suponía muchas cosas. Practicar una afición que cada paso me gustaba más y plasmar imágenes de acontecimientos y personas que me interesaban. Los compañeros y vecinos procuraban tenerme en cuenta porque si había que hacer cualquier fotografía sabían que nunca me negaba. Sin embargo, tenía muy claro que nunca me dedicaría profesionalmente a la fotografía porque allí carecía de porvenir. La llegada de la fotografía digital fue, a mi juicio, uno de los más revolucionarios avances desde que se inventó la fotografía. En poco tiempo convirtió en ferretería todos los equipos fotográficos analógicos y ahora hasta con el móvil se hacen fotos aceptables.

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