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Revisarán las raíces de los árboles del Pazo de Oca tras la caída de uno de ellos

Una fuerte racha de viento levanta un roble americano que presentaba un problema de hongos -Arrastra consigo cinco bojes antiguos que contaban con más de 250 años

El roble americano, afectado por una plaga de hongos, que cayó en los jardines del Pazo de Oca. // Bernabé / Noelia Porta

El Pazo de Oca es el punto de mayor atracción turística del municipio, especialmente por sus cuidados y amplios jardines que atesoran una flora centenaria. Sin embargo, según informaron desde el conocido como Versalles Gallego, la semana pasada una fuerte racha de viento provocó la caída de uno de sus árboles. Se trataba de un roble americano, plantado en 1975, que presentaba un problema de hongos. Apuntaron que, debido a ello, un equipo técnico acudirá a revisar las raíces de los árboles del Pazo de Oca "en breves" ante la posibilidad de que otras plantas se hayan visto afectadas por la misma plaga que enfermó al roble.

Según informaron, la caída del árbol, podrido en su raíz principal, provocó varios destrozos. Todos ellos materiales, afectaron a la zona en la que se produjo el derrumbamiento ocasionado por el viento. Además de dañar un "túnel de bojes" también arrastró consigo "cinco bojes antiguos". Desde el Pazo declararon que estos últimos se encontraban en buen estado y que superaban, al menos, los 250 años. Estos árboles centenarios, que habían logrado resistir al embiste del viento, se vieron sorprendidos por la fuerza con la que las raíces del roble americano levantó los árboles circundantes.

Desde el Pazo de Oca declararon que la caída de algunas de sus plantas más antiguas se produjo en las inmediaciones del conocido como Jardín Geométrico. Por la disposición del mismo, el árbol caído interrumpía completamente el paso a los turistas que acudían a visitar el edificio más emblemático de A Estrada. Aunque fuentes del Pazo confirmaron que la copa ya se ha retirado con el fin de facilitar el acceso a las personas que quieran pasear por sus jardines, todavía son visibles los restos del roble arrancado por el viento.

Los vestigios de lo que fue un árbol imponente y de grandes dimensiones dejan al descubierto su tronco, en parte podrido por una enfermedad que fuentes del Pazo de Oca achacan a los hongos. Aunque también declararon que eran visibles raíces sanas del roble caído, descartaron toda posibilidad de recuperación y renacimiento del árbol.

Su plantación está fechada en 1975 y, por lo tanto, no es de los árboles más antiguos con los que cuenta el Pazo de Oca. Sin embargo, su resistencia estaba debilitada por la plaga de hongos y el viento provocó el derrumbamiento de otros cinco bojes cuyos años de vida se cuentan por centenares. Los jardines del Pazo suponen uno de los llamativos y principales atractivos del municipio estradense y la pérdida de una parte de sus árboles más emblemáticos no es una buena noticia.

Ante la posibilidad de que la plaga de hongos que afectó al roble americano se extienda a otras plantas circundantes, desde el Pazo de Oca confirmaron que un equipo técnico, dotado de maquinaria específica, revisará las raíces de los árboles con fecha todavía por determinar. El estado de salud de las plantas del Pazo se determinará mediante una radiografía.

La histórica edificación, reconocida más allá de las fronteras gallegas, guarda en sus jardines verdaderos tesoros. El cuidado diario y la preocupación sobre el estado en el que se encuentran los árboles y plantas que adornan el Pazo favorecen su puesta en valor como un atractivo turístico de prestigio.

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