Una explotación ganadera de la parroquia de Carboentes, en el municipio de Rodeiro, ha sufrido otro ataque de lobo, y ya es el tercero que padece en lo que va de año. En esta ocasión es un burro el que ha resultado muerto por los ataques de los cánidos en la madrugada de ayer en el lugar de Barregallos.

Carlos Daparte, dueño de la explotación, se encontró al animal semidevorado a las 9.00 horas a los pies de la cuadra, a poca distancia de las viviendas del lugar. Daparte sostiene que el día anterior por la noche, antes de irse a dormir, revisó que todo estuviese tranquilo, por eso manifiesta que el ataque debió de desarrollarse durante la madrugada El rodeirencompró al animal porque creía que era una manera de defender el resto de ganado del lobo, pero en esta ocasión no tuvo opción ni a defenderse a sí mismo. Daparte atribuye a los cánidos esta muerte porque "se ve pisadas por donde entraron". La finca, que está completamente cercada por un muro de piedra de más de un metro de altura, sumado a una malla que le proporciona otro metro, solo es un apartado del límite de la finca donde el ganadero dejó un pequeño hueco para que las vacas pudiesen beber de un riachuelo. Por ese mismo lado es donde cree que los cánidos han podido entrar a la finca. Tras encontrarse lo ocurrido presentó la pertinente denuncia ante Medio Ambiente.

Éste no es el único ataque que sufrió el ganadero en lo que va de año, de hecho hace apenas dos meses que el lobo le mató una novilla e hirió otras tres vacas. Asimismo, Daparte asegura que hacía tiempo que no veía a los depredadores acechando por la zona.