El Partido Popular salió ayer al paso de las críticas vertidas por el alcalde, Rafael Cuiña, y su teniente de alcalde, Nicolás González Casares, contra su portavoz, José Crespo, reivindicando su protagonismo político y su gestión como "artífice de la mayor etapa de desarrollo y bienestar de Lalín". El exalcalde eludió responder a los reproches por su gestión urbanística a raíz de la sentencia del área de Penacoba -petición de dimisión mediante- y delegó su defensa en una de sus más veteranas ediles, Paz Pérez.

La concejala popular fue la encargada de poner en valor la anterior etapa política municipal, en la que -dijo- Lalín "experimentó una transformación incuestionable, con grandes proyectos que mejoraron el bienestar de los vecinos y la proyección como pueblo". En contraposición, Paz Pérez sitúa la política del gobierno actual, "que vive de aparentar y que, en realidad, es como una rueda pinchada, ya que va perdiendo aire y consistencia a cada segundo que pasa", manifiesta.

Desde las filas populares consideran "injusto, surrealista y poco serio" que Cuiña y Casares pidan la dimisión de Crespo por la sentencia de la urbanización de Penacoba, que obligará al Concello a abonar entre 50.000 y 70.000 euros a diez propietarios por el tiempo que pasaron sin suministro eléctrico. El fallo les reconoce el derecho a cobrar una indemnización de 100 euros por mes sin servicio. Desde el PP no entran a valorar la sentencia, sino que reivindican la gestión urbanística de Crespo. Creen que Cuiña debería "dar las gracias" al anterior gobierno "por la herencia recibida, ya que se encontraron todo hecho, incluso las grandes obras que critican pero de las que se benefician".

En esta línea, Pérez achaca "incongruencias" al actual alcalde por criticar el párking o el nuevo concello y, al mismo tiempo, "presumir" de ellos "sin haber movido un dedo para hacerlos". Entiende que si, recientemente, cuando el Concello de Lalín ganó el pleito del canon eólico, que supone "mucho más dinero" para las arcas municipales, "no alabaron las gestiones del gobierno del PP, ahora deberían ser consecuentes y tampoco pedir la dimisión de Crespo". La edil admite que en toda gestión hay "aciertos y errores", pero subraya que el balance de Crespo es "incuestionable".

Paz Pérez califica de "auténtico bluf como gestor" a Rafael Cuiña. "Mientras antes se movilizaban más de 25 millones de euros de inversiones en Lalín, ahora se pelean para presumir de que han cambiado una baldosa o movido una señal", declara la concejala. A su juicio, es "evidente" que el cambio de gobierno supuso una "pérdida de capacidad de gestión y atracción de fondos externos" y lo atribuye "única y exclusivamente a la inoperancia del actual alcalde".