Todavía tiene reciente la distinción de "Lalinense do Ano 2015: Traxectoria de toda unha vida", en reconocimiento a su labor como cronista de Lalín y por estudiar y divulgar la historia y el patrimonio de la comarca de Deza. Daniel González Alén intenta digerir estos días su nuevo galardón municipal.
-¿Qué supone para usted esta Folla de Carballo?
-Aún me estoy recuperando del anterior porque podía ser un poco más espaciado. Lo que sí es cierto es que te facilita bastante el trabajo, aparte de la satisfacción personal que supone. Noto que ahora se me abren puertas en muchos sitios a los que voy. Además, ahora el ambiente es mucho más oportuno porque hay más sensibilidad.
-¿Considera necesarios estos premios municipales?
-Nunca me paré a pensarlo, la verdad. Pienso que está bien estimular a la gente que hace alguna cosa fuera de su trabajo. También es cierto que muchas veces se cae en el error de premiar a destajo. Yo fui varias veces jurado en los "Lalinenses do Ano" y veías como en alguna ocasión se premiaba a alguien simplemente por hacer su trabajo. Habría que ser algo más riguroso para reconocer a gente que hace algo fuera de su ocupación normal, perdiendo dinero de su bolsillo e incluso parte de su tiempo.
-¿Qué le parece que haya gente que los critique por el mero hecho de ser concedidos por un Concello?
-Prefiero no tocar el tema político porque en este pueblo vivimos un enfrentamiento perenne, y yo lo padezco porque soy amigo de unos y de otros, y me pilla en el medio. A veces me gustaría poder decantarme por un asunto y no estar en el medio porque las llevo de los dos lados. Es una situación incomodísima, y lo pasó realmente fatal. Dudo que llegase la democracia a estos ayuntamientos pequeños porque se vive un enfrentamiento continuo y tengo el presentimiento de que en estas cosas, a veces, se actúo así. Ojalá que pase pronto esta mala racha. Habría que hablar las cosas y, sobre todo, negociarlas un poco y no improvisar.
-Como cronista de Lalín y comarca, ¿queda mucho por contar todavía?
-Yo me veo desbordado continuamente. Hay semejante cantidad de historias porque estoy convencido de que hay mucho más que no sé de lo que sé en realidad. Yo creo que se pueden poner algunos marcos, como pasa en las fincas, para señalar por dónde tirar. Hay mucho por hacer, pero afortunadamente ya hay bastante hecho. Yo recuerdo en el año 70, cuando Varela Buxán me encargó una colaboración periodística, que empecé a buscar en la biblioteca y no había nada sobre Lalín escrito. Sólo me encontré una mención muy pequeña de Otero Pedrayo.
-O sea, que la historia de Lalín estaba por hacer.
-Sin duda. Sobre todo la posterior a la prehistoria, porque en el Seminario de Estudos Galegos sí la conocían. En el año 89 se publicó A comarca do Deza donde se trató por vez primera la comarca como tal, algo en lo que modestamente tuve algún mérito. Cuiña vio la cosa rápidamente porque en eso era bastante lince, me dijo que cuánto costaba el libro y que quería comprarlo porque la idea de la comarca le gustaba.
