El teniente de alcalde de Agolada, Héctor Martínez, sale al paso de las críticas de vecinos de Brocos sobre el anegamiento del club fluvial y recuerda que en la reunión que mantuvo con esta parroquia en primavera "la única cuestión que se nos trasladó fue la necesidad de hacer obras de reforma en las instalaciones, pero nunca su reubicación". Puntualiza que desde el gobierno local se atendieron estas peticiones, y de ahí que se colocasen nuevas parrillas, "ya que es frecuente que los jóvenes las usen durante el verano para hacer churrasco" y se mejorase el equipamiento del parque infantil.

"Las parrillas aguantan perfectamente la crecida del embalse", explica Martínez, que admite que el aumento del nivel de cota del pantano ha dejado cubierto el citado parque infantil -con suelo recién cambiado- y el cierre perimetral de madera. "Pero se trata de materiales que están tratados. Tenemos que pensar que estas instalaciones solo quedan completamente cubiertas cuando el pantano está al 100% de su capacidad, y esto ocurre muy pocas veces", recalca. Martínez, que trabaja como veterinario en Finca Mouriscade, explica que también en estas instalaciones la madera exterior se ve afectada por el paso del tiempo.

"Posiblemente el club fluvial no fue construido en el sitio idóneo", admite el también edil de Facenda, "pero tenemos que pensar que se trata de un área recreativa muy utilizada durante el verano. Por el momento, no nos planteamos pedir la cesión de terrenos a Fenosa", que es el titular de la parcela en la que se asienta. En este sentido, los vecinos de Brocos aseguran que el Concello ha gastado ya más de 120.000 euros, entre la construcción y las obras de mejora, en un club fluvial que en cualquier momento puede ser derribado por Fenosa ya que carece de convenio y de permisos de Augas de Galicia.